«Si no nos escuchan, les estudiantes vamos a seguir en lucha», aseguraron los centros de estudiantes de escuelas públicas porteñas en una conferencia de prensa brindada este viernes en las puertas del Liceo N°5 «Profesor Pascual Guglianone». Hasta este momento son once los colegios tomados, y en quince se realizan diferentes medidas de protesta. Seguramente sean menos los próximos días, como gesto al diálogo, pero del otro lado no hay ninguna acción en ese sentido: «con los que mantengan las tomas vamos a ser inflexibles”, apuntó el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta en las últimas horas.

“Es posible que algunos centros levanten las tomas por una semana», adelantaron las chicas y los chicos. Según manifestaron, esta medida la toman para que se abran canales de diálogo, aunque subrayaron que este domingo habrá una reunión de todas las coordinadoras para determinar futuras acciones.

El conflicto no se cerró porque ninguno de los reclamos tuvo una vía de solución. Ni siquiera de consideración. Ni Larreta ni la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, hablaron de los cuatro ejes que menciona la comunidad educativa: el mal estado de las viandas, las prácticas laborales gratuitas obligatorias en horario escolar sin contenido pedagógico ni relación con sus orientaciones que terminan beneficiando a empresas, el deterioro edilicio, y la persecución política.

En ese sentido, el mandatario de CABA profundizó su postura, en lo que será una constante de cara a las elecciones del 2023:  calificó a las pibas y los pibes de “extorsionadores”, “intensos” y “agresivos”; y los vinculó con “grupos pseudomapuches”, con “la extorsión del sindicato del neumático” y con “el kirchnerismo que intenta anular las PASO”. Sentenció: “es todo lo mismo”.

“No vamos a dialogar con los que anulan el diálogo. Con los que mantengan las tomas vamos a ser inflexibles”, continuó Larreta. Y profundizó una postura que distinguió a estas tomas de las anteriores: el ataque no solo al alumnado sino, sobre todo, a los padres y madres, con denuncias penales y presencia de la policía en los domicilios por la noche: “Los padres que alientan y apoyan a los hicos en estas medidas violentas van a tener que hacerse cargo de los daños que sus hijos están provocando”.

En un clima de intimidación, los chicos respondieron: «Nosotros queremos hablar y nos responden con violencia, la violencia no es la solución sino el diálogo, al que estamos abiertes». Mientras tanto, en este contexto, el martes habrá un nuevo paro docente con movilización de gremios docentes en CABA: reclaman que cese la persecución y el hostigamiento a la comunidad educativa.