Tapalqué, una mezcla de historia y aguas termales en el centro de la Provincia

Son 17 hectáreas, con centro comercial, plaza de aguas, con locales gastronómicos y de emprendedores desde batas de baño para alquilar o comprar hasta la famosa torta negra que es gigante y riquísima. Hay de todo. Pero el parquizado del lugar, te lleva por senderos demarcados, por la plaza de agua, con fuentes hasta el primer módulo increíble de piedra y vidriado que alberga cuatro de las piscinas, para adultos y para niños, en este caso climatizadas, para comenzar a disfrutar. Hay vestuarios, duchas, sanitarios, y la primavera y el verano vendrán con las opciones de piscinas con aguas termales al aire libre. El proyecto también contempla alojamientos del tipo cabañas, en otra etapa. 

Fue hace quince años cuando surgió el estudio de factibilidad de explotación de las aguas termales. El territorio bonaerense ofrece nueve opciones de complejos termales en ocho localidades de dos corredores, el Sudoeste y el Corredor del Este que, juntos, integran la nueva marca presentada este fin de semana en Tapalqué “Termas Buenos Aires”.

“El 52 por ciento de la producción industrial surge de la provincia de Buenos Aires”, dijo Axel Kicillof quien acompañó junto con el Ministro de la Producción, Ciencia e Innovación tecnológica bonaerense, Augusto Costa al Intendente local, Gustavo Cocconi en la inauguración de la obra.  

Al agua termal la encontraron en 2005 a los 500 metros de profundidad y hoy, se disfruta en distintas temperaturas de 27 grados y se eleva hasta los 38. Dicen que sus beneficios están en su composición, sulfatada, alcalina, cálcica, clorurada, todo ideal para estimular las funciones celulares, el trofismo celular, las enfermedades pulmonares, afecciones circulatorias, activar el metabolismo y el sistema nervioso, con efectos antiinflamatorios, antisépticos y antiflogísticas. Además, son recomendadas para uso dermatológico.

En esta primera etapa, el complejo abre de jueves a domingos de 10 a 18 sin cargo para menores de de 3 años, discapacitados y por supuesto, para los tapalquenses. 

La apertura

El día de la inauguración hubo unas dos mil personas que esperaron dos horas bajo el cielo plomizo de frío y tras el corte de cintas recorrieron cada centímetro del lugar. Pudo palparse en el minuto a minuto la atracción que generó el complejo mientras en el centro del pueblo, casi no había gente. Estaban casi todos aquí. 

Es el caso del escultor, Marcelo Quinteros que abre su atelier a los visitantes, y contó que había estado hasta hacía unos instantes en el complejo. Hasta los hoteleros, como Gustavo Aguilera del flamante Hotel Tapalqué, un hotel cooperativo que administra un grupo de 16 jóvenes de entre 20 y 30 años, también estuvo. Abre un futuro prometedor en cuanto a visitas, turismo y ocupación hotelera desde el punto de vista comercial.

El ADN de la propuesta

“La inauguración de Termas Tapalqué es un orgullo como tapalquenses”,  expresó radiante la directora de Turismo local, Natividad “Lala” Basiocco, cuando recorría el flamante complejo y le dijo a Tiempo: “Estamos en el centro de la provincia de buenos aires a muy poco de los grandes centros urbanos, estamos a menos de cuatro horas de La Plata y Buenos Aires, tenemos muchas consultas  de agentes de viajes, de grupos de personas y jubilados que ya piensan en venir durante la semana”.

“El diseño arquitectónico del lugar tiene que ver con algunas premisas como la accesibilidad y además, con mantener nuestra identidad: la naturaleza, el relax, la tranquilidad. Quien viene a Tapalqué se conecta con nuestra naturaleza, con nuestra gente, nuestras costumbres, con la gastronomía”, explicó la funcionaria.

En los últimos veinte años algunos estudios revelaron que un público diverso creció en torno a los centros de spa, termas y lugares donde el relax apunta al estar bien.  Más que una tendencia es una necesidad la de sentirse mejor. Si el mapa argentino muestra unas 17 provincias y 44 destinos termales, desde agrestes hasta súper top, es acá nomás, en el territorio bonaerense donde hay nueve opciones termales en ocho localidades.

Los imperdibles de Tapalqué  

Sobre la avenida 9 de julio de Tapalque, se distribuyen a un lado y al otro los comercios. Hay regalerías con detalles exquisitos realizados por emprendedores de la zona, famosa por los tambos y sus quesos; mieles y carne. Verdulerías, corralones, antiguas “pilcherías”, amorosamente tuneadas, son parte del paisaje urbano donde llama la atención la prolijidad, la limpieza, los céspedes, prolijos como recién cortados, de cada vereda y frente. 

La ciudad ostenta calles anchísimas, veredas prolijas, fachadas antiguas y esquinas en ochava que se convierten en una invitación a caminar hasta la plaza principal, Alsina, frente a la Iglesia. Las bicis apoyadas en los portales, como si nada, y hasta alguna llave olvidada en la cerradura del lado de afuera, son parte del paisaje de tranquilidad. Too much. 

Si fuera primavera o verano, el balneario municipal se convierte en otra visita imperdible. Además, hay un mirador donde se ve la puesta del sol que típico de nuestra llanura ofrece una hora de color magenta en el horizonte al que en esta ciudad le dicen “nuestro mar”. Y se ve al fondo una franja entre el cielo y la tierra como si fuera un mar.

Un detalle es cenar en el Club Social Tapalqué, de fachada Art Decó y donde hay que reservar mesa porque desde el intendente hasta los empleados cenan en este lugar de comida casera, sabrosa y abundante.

El Museo y Conservatorio Tapalqué estrena fachada e instalaciones y se puede recorrer con guía todos los días. La ciudad también cuenta con dos minibuses que se impulsan con energía eléctrica y que junto al sistema de energía solar que comprende el nuevo Complejo Termal, muestran que la sustentabilidad es posible.

A 20 minutos por ruta de tierra, se llega al pueblo rural de Crotto, un paseo precioso donde la antigua estación del ferrocarril es el Museo del lugar y relata la historia ocurrida en estas tierras. Hay delegación municipal, plaza con monumento a la mujer campesina, capilla, un recorrido por el pueblo le mostrará una señalética especial y hasta cuentan con hospedajes. 

En el paraje Campodónico, sobre la 50 casi en el límite de Azul y Tapalque, la pulpería San Gervasio es otro must del turismo rural. Fundada en 1850, fue posta y se conserva intacta. 

En la primera semana de enero se realiza la Fiesta de la torta negra, que es la factura famosa de la región y aquí  se luce cada experto en la masa y con la torta negra gigante.