Cuando el ministro de Producción provincial, Augusto Costa, encaró el micrófono del Museo de Arte Contemporáneo, aunque había atisbos de protocolos específicos para la actividad teatral, la gestualidad indicó que era de esperar que se le bajara el telón de los teatros. O más bien que no se volvieran a subir, por ahora, tras meses de quietud por pandemia. La esperanza del sector era otra, pero desde el gobierno provincial fueron claros: “No vemos que estén dadas las condiciones para entretenimiento, esparcimiento o actividades culturales en espacios cerrados”. Esto incluiría a teatros, casinos, bingos y boliches. De todas maneras, Costa aseguró: “Vamos a trabajar con los sectores para que puedan desarrollarse en espacios abiertos”.

Carlos Rottemberg, voz autorizada de los productores teatrales y con varias las salas en la ciudad costera donde siempre se ven espectáculos que son protagonista de la temporada, quedó shokeado por este nuevo revés (también en provincia ya que en la CABA tampoco se ha logrado habilitar la actividad) y sin demasiadas palabras para explicar su sentir ante estos anuncios. “Lo digo desde marzo: este año desde el principio tuve claro que estaba perdido y sabia que la salud pública pedía lo contrario a lo que ofrecemos nosotros como lugar de esparcimiento. Pero a través de protocolos creía que se podía lograr tener una temporada. Estoy convencido que los lugares cerrados no son focos infecciosos si nos obligamos a cumplir como debe ser una serie de medidas sanitarias, que nos permitan seguir cuidando tanto a espectadores como los trabajadores del rubro”.

La preocupación de Rottemberg y de varios productores es no sólo que esta situación pasará con los proyectos que esperaban contar con Mar del Plata como plaza, sino toda la costa atlántica, desde San clemente del Tuyú, hasta Las grutas, todo un corredor cultural-teatral que tiene todo un público y que se quedará sin poder levantar marquesinas. Para el teatrista, la clave está en la creatividad para no romper el tan importante tejido cultural, “algo que costó mucho construir a lo largo de décadas, y creo que esto no pasa por lo económico, pasa por una resistencia cultural ante la adversidad, que me parece es muy importante.”

Aunque existe la chance de hacer espectáculos al aire libre, la preocupación pasa por ver qué hacer con la capacidad ociosa de salas que todos los veranos son uno de los principales atractivos de La Feliz y que llevan todo tipo de shows y obras.. “Esto es un hecho inédito, de hecho necesito un par de horas más para asimilarlo y pensarlo. Esta fue una de esas noticias que uno no quiere recibir, pero el virus hay que respetarlo y es el enemigo a vencer. Lo digo desde el primer momento”, opinó Rottemberg. Pero aclaró que “obviamente todo lo que podamos seguir aportando para intentar con ingenio, lograr un protocolo para trabajar lo vamos a seguir hasta último momento. Vamos a seguir poniéndole garra para defender la actividad, para defender los miles de puestos de trabajo que se generan.”

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(Foto: Télam)

Para Rottemberg, empresario nucleado en la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales y Musicales (Aadet), la confirmación oficial que la escena marplatense no podrá ser un paliativo por una actividad paralizada desde marzo «golpea fuerte a nuestra actividad». En las próximas horas es posible que varios sectores cercanos a la actividad del entretenimiento busquen expresar una comunicación oficial sobre esta decisión del gobierno bonaerense, aunque el panorama sigue siendo complejo para encontrar una solución.