La papelera Ansabo se reinventa mediante una de las más nobles tradiciones de los trabajadores argentinos: la organización. En esa tarea buscan reactivar sus fuentes laborales. Los trabajadores y trabajadoras resolvieron poner en marcha la producción bajo gestión propia, y anunciaron la presentación de un proyecto de expropiación de la planta tras siete meses de conflicto que dejó a 50 familias en la calle.

“Realizamos una primera prueba productiva de papel. Estamos en condiciones de producir, a pesar de la estafa que sufrimos tanto los trabajadores como el propio Estado, producto de todas las maniobras de evasión impositiva realizadas por los ex dueños”, cuenta a Tiempo, Jonathan Bonomi delegado de planta.

En junio pasado, cuando ya trascurrían cuatro meses del vaciamiento ante un inminente pedido de quiebra, otorgado por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), surge de los trabajadores la idea de un sueño cooperativo: “Cuando nos enteramos de la posible instancia de quiebra, empezamos a soñar con una administración de la papelera Ansabo bajo la gestión obrera. De esa manera recuperaríamos nuestros empleos porque sabemos una quiebra continúa con un remate de todos los bienes de producción”, explica el representante gremial.

Los trabajadores, además de volver a producir, han abierto las puertas para realizar actividades recreativas con niños y jóvenes. “Presentamos el proyecto de expropiación en la Cámara de Diputados de la provincia. El máximo acreedor de la anterior firma es el Estado por eso pedimos que se la otorgue a la cooperativa”, plantean los ahora cooperativistas. El proyecto presenta varios puntos de actividades que se pueden realizar dentro de las instalaciones, por ejemplo, realizar una salita de primeros auxilios para el barrio, cuenta Bonomi al ser consultado por la matriz de la iniciativa del proyecto.

Con la tarea de encontrar una salida favorable para los trabajadores, los últimos días sus representantes han mantenido reuniones con autoridades del gabinete de la Municipalidad de Quilmes, que dirige Mayra Mendoza y parte del Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires. Una tarea difícil por el momento.

“Hasta el momento, sólo hemos recibido mercadería de Nación y del Municipio a través de Desarrollo Social. Claramente nosotros la aceptamos, pero no queremos asistencialismo, necesitamos la activación de la fábrica, recuperar los puestos de trabajo para que podamos comprar con nuestro oficio los alimentos para nuestras familias”, sostiene el representante gremial.

Al ser consultado por el modelo productivo, manifiestan que presentaron cuatro puntos: “Uno de los más importantes es comprometer a las autoridades a acompañar el pedido de expropiación y a colaborar con la primera tanda de materia prima, esto nos ayudará a iniciar la reactivación, tenemos a quien venderle, porque nunca hubo falta de clientes, por eso contamos con la posibilidad de devolver el dinero a la provincia en un lapso corto, ya que nuestro producto se vende con facilidad”.

Los trabajadores convocaron a una conferencia de prensa para el próximo jueves 13 de febrero, cuando informarán como sigue este nuevo proceso de reactivación, iniciado esta semana bajo la administración de sus trabajadores.