Un grupo de trabajadores y trabajadoras de los talleres de Vestuario del Teatro Nacional Cervantes están confeccionando unos mil tapabocas por día para distribuir en diferentes puntos de la provincia de Buenos Aires. “La iniciativa fue por parte del equipo de conducción del teatro en poner a disposición la capacidad de los trabajadores. Elevamos la inquietud al ministro de Cultura, Tristán Bauer, quien nos puso en contacto con Fernanda Raverta, ministra de Desarrollo de la Comunidad de la Provincia de Buenos Aires”, aseguró a Télam Rubén D´Audia, Director del Teatro Nacional Cervantes.

No se trata de barbijos quirúrgicos sino de «protectores de uso cotidiano, lavables y reutilizables», que cumplen la función de protección de la zona «nariz y boca» para transitar por la calle o desplazarse de un lado a otro, según consignó el comunicado difundido por la cartera a cargo de Tristán Bauer.

En la sala del Departamento de Vestuario son nueve trabajadores y trabajadoras del área de sastrería que se encuentran confeccionando unos mil tapabocas diarios que serán repartidos por la provincia de Buenos Aires. Desde la institución no descartaron que a medida que sea necesario, se irán sumando más voluntarios: “Nos importa mantener la distancia prudente y contar con los elementos necesarios para la producción”, explicaron.

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(Foto: Télam)


“Desde el gobierno provincial nos enviaron 700 metros de tela y organizaron una red de instituciones para recibir donaciones de material o bien poner la mano de obra. En la provincia de Buenos Aires se necesitan varios millones de estos tapabocas”, señaló D´Audia. Y agregó: “Estamos trabajando sobre un modelo base que es reutilizable y lavable, que incluye las tiras para sujetarlo y el sobre para colocar un papel como filtro. Estamos haciendo turnos de ocho personas para respetar el distanciamiento social y cada uno lleva su barbijo”.

Por su parte, Nelson Segovia, encargado del Departamento de Vestuario, explicó cómo es el proceso de armado del tapaboca y resaltó la respuesta positiva de sus compañeros y compañeras. “El trabajo se divide en alisado, encimado y corte de las telas. Después se separa para la línea de producción. Una máquina hace el trabajo de dobladillado de lo que será la boca de la mascarilla, donde va el filtro. Luego se realizan los pliegues de los costados, el cortado de hilo, hasta llegar al producto final”, aseguró.

El trabajo se realiza de lunes a viernes en turnos de seis horas cada uno. La producción semanal es retirada por personal del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad provincial, que destinará los tapabocas a población de los lugares más carenciados del territorio bonaerense.