Desde el fin de semana, los habitantes de Inriville y Monte Buey, dos pueblos de Córdoba en el límite con Santa Fe, no salen de la conmoción. Una adolescente de 16 años denunció que la pareja de su madre, un reconocido comisario de la zona, abusaba sexualmente de ella desde hacía varios años. El policía fue “licenciado” mientras se espera que en las próximas horas la menor ratifique sus dichos frente al fiscal. “Lo único que pido es que pague en la cárcel porque le arruinó la vida a mi hija”, se lamenta el padre.

El domingo a la noche, Martín Merlo, un camionero de 42 años, escuchó de boca de su hija de 16 lo que, según sus propias palabras, “solo pasaba en las películas”. La menor describió como Alejandro Álvarez, pareja de su madre y comisario de la Departamental de Marcos Juárez, la sometió sexualmente desde que ella tenía por lo menos 11 años.

“Antes de hablar conmigo –recuerda el hombre–, mi hija se había quebrado y lo había contado a las amigas. Una era pariente de una jueza de paz de Monte Buey, que fue la que hizo la primera denuncia. Después me llamaron de la comisaría y llevé a mi hija para que reafirme todo”.

Álvarez, a quien apodan “Mosquito”, prestó servicio en los destacamentos de Corral de Bustos y Leones antes de recaer en Marcos Juárez. Según pudo averiguar Tiempo, ya fue “licenciado” de la fuerza.

“Me dijeron que le sacaron el arma y la placa, pero eso no me sirve. Si era albañil, ¿le iban a sacar las herramientas para que no trabaje más?  Me importa un bledo que sea policía, ¿cómo puede ser que no esté detenido? Lo único que pido es que pague en la cárcel porque le arruinó la vida a mi hija”, se queja el padre.

El “castigo” impuesto a Álvarez también causó malestar dentro de la fuerza. Una fuente de la Policía de Córdoba describió que “si los efectivos son de los mandos bajos aún por causas menores recae sobre ellos todo el peso administrativo como, por ejemplo, pasarlos a ´pasiva´, en cambio, si los apuntados tienen rangos medios o altos se les otorga una licencia, aunque sean denuncias graves”.

“¿Por qué protegen a un tipo que violó a una menor?”

Hace más de diez años que Merlo se separó de la madre de su hija. Ella se quedó en Monte Buey, donde formó pareja con Álvarez, mientras que él volvió a Inriville, a unos 20 kilómetros de distancia. Luego de la denuncia, la hija se mudó con el padre y la abuela. “Yo con la madre hablo todos los días –aclara Merlo–, me dice que está confundida, shockeada, que tiene miedo de ir presa, pero yo hoy no necesito saber cómo está ella, solo quiero concentrarme en mi hija”.

Para Gustavo Barrotta, periodista de Radiofiel Inriville, “la noticia causó asombro” porque Álvarez “ha venido en constante ascenso, goza de gran prestigio dentro de la fuerza policial, tuvo a su cargo algunas investigaciones importantes en la zona”.

La fiscalía de Marcos Juárez, a cargo de Fernando Epelde, ya tomó conocimiento de la denuncia y se espera que en las próximas horas cite a la menor a declarar. “Se trata de un delito de instancia privada y la prioridad es no revictimizar a la chica”, destacó un vocero.

“Ahora espero ver al fiscal –dice el padre–, y qué me explique donde está este policía porque nadie sabe nada. ¿Por qué protegen a un tipo que violó a una menor? ¿Por qué no está preso?”, y agrega: “Para mí, esto pasaba solo en las películas. Es desgarrador saber todo lo que tuvo que aguantar en estos años. Mi autocritica es no haberme dado cuenta antes y salvarla”.