Pocos días después de que la Cámara de Diputados aprobara con 155 votos a favor, 56 en contra y 19 abstenciones, la ley que regula el desarrollo del cannabis medicinal y el cáñamo industrial, Córdoba será sede de «Córdoba Cannabis», un evento masivo que busca difundir el conocimiento acerca de la industria y cultura del Cannabis desde el centro del país, en un entrecruzamiento de cultura, industria y salud integral.

Por primera vez en la historia de la provincia de Córdoba, se llevará adelante una exposición cannábica en el espacio Quality de la capital, el 27 y 28 de mayo, organizada por la Asociación Civil Cogollos Córdoba, con el objetivo de seguir afianzando alianzas colectivas.

El evento apunta a visibilizar la potencialidad de la planta como generadora de fuentes de trabajo y como eje de actividades socioculturales y artísticas. Habrá puntos para consultas médicas y veterinarias, stands de servicios y productos cannábicos, un teatrino exclusivo para conferencias centradas en el cannabis medicinal, conversaciones científicas y sobre legislación e industria, a cargo de especialistas nacionales e internacionales.

También harán talleres de formación en cultivo y producción de derivados a cargo de referentes del sector, cuyos trabajos se basan en las últimas investigaciones y adelantos tecnológicos en el tema. Las jornadas contarán con apoyo institucional oficial. Estarán presentes representantes del INTA, INAES, INASE y el Programa de Investigación y Desarrollo de Cannabis, dependiente del Ministerio de Salud de la Nación. Además, el evento cuenta con el aval de la Secretaría de Gestión Ambiental y Sostenibilidad de la Municipalidad de Córdoba y de la Facultad de Psicología y Humanidades y Filosofía de la Universidad Nacional de Córdoba.

Una historia de lucha

La Asociación Civil Cogollos Córdoba, organizadora del evento, es un colectivo formado en 2001 por cultivadores, cultivadoras y activistas para visibilizarse y trabajar por la despenalización del cannabis y por el reconocimiento de sus usos terapéuticos, bajo el paradigma de la salud integral.

“Hoy el grupo lo conformamos unas 20 personas. El año pasado, luego de la legislación que aprobó la investigación y el desarrollo para el cannabis medicinal y terapéutico, nos formamos como una asociación civil porque pudimos tener dentro de nuestro estatuto la palabra cannabis que era lo que más nos interesaba para formalizar nuestra investigación. Después de 20 años de clandestinidad y de lucha por el conocimiento y acceso a la planta, es que celebramos este evento en el espacio Quality de Córdoba. Gracias a toda esa lucha somos profesionales en el área y podemos construir un espacio legítimo de saber», destaca a Tiempo una de sus integrantes fundadoras María Laura Rocha.

Cogollos Córdoba surge de un grupo de personas que se reunían en el bar cultural 990, ubicado en un pasaje de la zona del Abasto, una zona roquera y under. «La principal figura que motivó el encuentro de este grupo para impulsar la lucha por el reconocimiento de los derechos de las personas usuarias y cultivadoras fue Edith Moreno, alias ‘la negra Edith’. A finales de los 90 y a principios de los 2000 ella habilitó el activismo cannábico cuando casi no existía. Era paciente con VIH y con cáncer. Después de pelear mucho con el sistema público, logró que un médico le reconociera dentro de su tratamiento el cultivo, tenía una receta, que en esa época era un figurita muy difícil», recuerda Rocha. 

Cerca del 2001, ese grupo de amigos y amigas decide conformarse como una organización social, como un «movimiento», buscando visibilidad, dispuestos a dar la cara para conseguir derechos. «Básicamente los derechos que más se priorizaban eran los de las personas privadas de su libertad por uno o dos porros. Ni hablar la gente que estaba en prisión por cultivar,  por tener 2 o 3 plantas, ya eran considerados narcotraficantes. Era un sistema muy prohibicionista, lleno de estigmas en toda la sociedad», subraya Rocha.

Con la crisis de los 2000 cada vez más gente comenzó a participar del espacio público y así empezaron las primeras marchas y picnics activistas en una plaza cerca de la costanera. «Venían radios, tocaban bandas. Costaba mucho organizar todo, por la exposición, desde el sonido hasta quienes venían, porque podía caer la policía. La primera vez que tuvimos un escenario fue de un camionero que nos prestó la parte de atrás del acoplado y tocaron las Tranki Panki, una banda que siempre nos ha acompañado desde el principio. Y en esos años se fueron haciendo muchos talleres y encuentros con muchas personas de otras provincias –acota–. Santa Fe, Buenos Aires, San Juan, La Rioja, provincias del sur también».

Y concluye: «Llegaban de otras provincias con otras realidades, conocimientos. Y sumamos alianzas e información para armar el capital que la clandestinidad y la prohibición no nos dejaba a acceder. Era todo un sistema de inteligencia y coordinación con las organizaciones. Siempre fue una linda trinchera para saber que la planta no le hacía mal a nadie con un grupo muy diverso, desde arquitectos, abogados, doctores en antropología, comerciantes, mamás, papás, abuelas, profesoras de secundaria, personas de distintos sectores sociales”.

Para más información, visitar https://linktr.ee/cordobacannabis.expo y https://cordobacannabis.com/