Unicef Argentina aboga porque «tanto padres como madres tengan la posibilidad real y legal de cuidar a sus hijos e hijas», por ejemplo a través de iniciativas como La ley de cuidados integrales, pendiente de aprobación, ya que «Argentina es el único país de América Latina que tiene dos días de licencia por paternidad, mientras que las mujeres cuentan con 90». La mayor causa de mortalidad infantil en menores de cinco años en el país es la prematuridad. Según la OMS el 75 por ciento de estas muertes podría evitarse, por eso la representante de Unicef en Argentina, Laura Isaza, comentó a Télam el trabajo que viene haciendo la organización en materia de leyes.

La Ley de los 1000 días, el protocolo de la primera hora de vida, escrita en conjunto con el Ministerio de Salud, y la Ley de cuidados integrales, que propone un sistema de cuidados más integral y equitativo entre mujeres y hombres, pendiente de aprobación, son algunos ejemplos. “Esta última tiene como objetivo ampliar las licencias por paternidad, ya que Argentina es el único país de América Latina que tiene dos días de licencia por paternidad, mientras que las mujeres cuentan con 90 días. En este sentido abogamos para que tanto padres como madres tengan la posibilidad real y legal de cuidar a sus hijos e hijas”, apuntó la representante de Unicef Argentina.

Unicef y la empresa Kimberly-Clark se unieron en 2019 para mejorar las condiciones de vida de niños y niñas, de sus familias, y colaborar en el fortalecimiento de los profesionales de la salud y los organismos públicos involucrados en el desarrollo de la primera infancia y ambas, además, impulsan la aprobación de la ley de cuidados integrales. Isaza, destacó: “esta alianza le permitió a Unicef desarrollar distintas acciones como por ejemplo impulsar una intervención más integral para la primera infancia, para que cada niño, cada niña, pueda acceder a la protección social, a los servicios de salud, a una nutrición adecuada, a una educación adecuada”.

Asimismo, Unicef creó en las provincias de Jujuy, Misiones y Salta las maternidades seguras y centradas en la familia, con el objetivo de que «los menores y sus familias accedan a los servicios de salud y que, al hacerlo, cuenten con equipos de profesionales sensibles y comprometidos con un servicio de calidad”, agregó Isaza. “En Misiones desarrollamos lineamientos sobre ‘paternar, ser y estar’. Desde Unicef estamos convencidos de que los menores van a estar mejor criados si los cuidan padres y madres, o cuidadores hombres y cuidadoras mujeres, y no solamente mujeres. Los menores necesitan figuras de identidad de ambos progenitores, además para que la tarea del cuidado no sea vivida como una carga para las mujeres, por eso es que se está trabajando para promover la equidad de género en el cuidado para el beneficio de todas y todos”, añadió.

Por su parte, el psicólogo, especialista en vínculos y director del programa de Salud Mental del Hospital Pirovano, Miguel Espeche, señaló “la decisión cultural que debe tener la sociedad para darles la bienvenida a los niños y las niñas”. “Es muy importante que desde una empresa y una oenegé se inocule la idea sobre el cuidado de los niños y las niñas por parte de madres y padres de manera equitativa. Incluso es importante que una empresa hable de abrazarlos”, enfatizó Espeche. “Se trata de un cambio cultural que hay que instalar, incorporando la dimensión parental en el cuidado y la legitimación social de ese reconocimiento”. “Si todos se sienten actores de lo que está pasando, se aminora la violencia familiar”, concluyó.