Horacio Verbitsky recorrió con la vista el salón del primer piso de la Federación Gráfica Bonaerense y recordó que ahí mismo, al cobijo de esas paredes funcionaba, hace cincuenta años, la redacción del mítico semanario de la CGT de los Argentinos que dirigió Rodolfo Walsh. Con esa historia presente, el periodista y presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), cerró el Foro por la Comunicación Democrática, Popular y Organizada, organizado por el colectivo de periodistas y comunicadores Voces Libres del Pueblo. Se trató del puntapié inicial para la construcción de una herramienta de resistencia comunicacional. “El hecho que haya más de 40 medios y 400 personas en este foro es un punto de partida importantísimo”, consideró Verbitsky.

El Foro se realizó en el día del periodista y fue un espacio de debate en un momento de reagrupamiento de los sectores populares. La apertura fue a las 14 y estuvo a cargo de Víctor Hugo Morales. A lo largo de la tarde los periodistas, comunicadores populares y estudiantes de comunicación, discutieron en tres comisiones de trabajo (legislación, contenidos, articulación y formación) las estrategias para avanzar hacia una comunicación democrática en una época de concentración hegemónica.

Verbitsky fue el encargado de presentar las conclusiones de esas tres comisiones. Las principales preocupaciones rondaron en la necesidad de crear una red de medios populares y revertir la soledad política para enfrentar a los medios hegemónicos. Además, remarcaron la necesidad de construir “un discurso antineoliberal, latinoamericano y con perspectiva de género para armonizar los matices actuales y que las voces suenen más fuerte”.

Por otra parte, en la comisión de legislación se propuso la elaboración de un proyecto de ley para la expropiación de Papel Prensa con el objetivo de democratizar un recurso clave como es el papel y la de impulsar una reforma constitucional que recupere el espíritu de la Constitucíón del ’49, entre otras.

“Es un momento especialmente difícil para nuestro país y nuestra profesión”, dijo Verbitsky en el discurso de cierre en el que trazó un paralelismo entre el contexto actual y el del nacimiento del Semanario de la CGT de los Argentinos, bajo la guía política del dirigente sindical Raimundo Ongaro.

Más allá de las diferencias de época, recuperó la idea de que “se puede unir una actitud militante con un periodismo profesional de calidad”. Y convocó ser objetivos, pero no ser neutrales ante un poder económico concentrado y represivo.

“Lo que hacemos sirve, es útil. Lo hacemos en condiciones precarias y con dificultad, pero construye”, agregó. Y pidió trabajar la comunicación vinculada con el pueblo: “Somos parte del movimiento popular, sino, no somos nada”.

El foro reunió a comunicadores populares y periodistas reconocidos. Participaron Roberto Caballero (AM del Plata), Luis Bruschtein (Página/12), Cynthia García (La García), Edgardo Esteban (TeleSur), Cynthia Ottaviano (ex Defensora del Público), Edgardo Mocca, Hernán Brienza, Gabriela Cerrutti (Nuestras Voces), Carlos Barragán, Martín Piqué (Tiempo Argentino), Gustavo Cirelli (Contraeditorial), José Cornejo (Agencia Paco Urondo), entre otros.

También participó el anfitrión, el secretario general de la FGB Héctor Amichetti, la decana de la Facultad de Periodismo de La Plata, Andrea Varela, y los diputados nacionales Andrés Larroque y Rodrígo Rodríguez, entre otros cientos de periodistas, comunicadores, estudiantes y militantes de la comunicación popular y democrática.

“Este es el punto de partida. Hoy nació Voces Libres del Pueblo. Vamos a hacer otros cinco encuentros regionales. Construimos una herramienta”, dijo Cirelli en el cierre del foro. Más temprano, al inicio del Foro de Voces Libres, Caballero había advertido: “Comienza la derrota del neoliberalismo en Argentina. Nos han censurado, nos han perseguido, el gremio está destrozado con más de 3000 desocupados. No se ataca solo el empleo del trabajador, se atacan las voces disidentes que atacan el neoliberalismo”.

Poco antes del cierre del encuentro, Ottaviano, junto a Bruschtein, Mocca y Claudia Villamayor realizaron un último panel. «La ultraconcentración mediática es también la persecución sindical e ideológica, la precarización laboral y el silenciamiento de los medios públicos», dijo la ex defensora del público. En la misma línea, Bruschtein recordó que “el poder económico definió como campo estratégico principal para la disputa de poder el campo de la comunicación; la cultura, la disputa de sentidos».