El eclipse total de sol del martes durará, según el lugar de la Argentina donde se lo vea, unos dos minutos y medio y aun menos, pero se hablará de él todo el día. De hecho, hace años que los astrónomos saben con precisión cuándo sucederá y dónde podrá observarse, y los fanáticos de este tipo de fenómenos astronómicos ya reservaron las mejores ubicaciones: desde los que contrataron un crucero para verlo en su máxima duración (cuatro minutos y medio) cerca de la islas Pitcairn, en el medio del Pacífico, hasta los miles de «cazadores de eclipses» que buscarán los lugares más favorables para hacerlo en la Argentina, a lo largo de una faja de 201 kilómetros de ancho que va de los Andes a la provincia de Buenos Aires.

Entre todos ellos, un contingente de 160 científicos de varios países viajará hasta el Valle Encantado, un desolado paraje entre Tucunuco y Mogna, en San Juan. Al ocurrir a última hora de la tarde y en invierno, el eclipse total de sol se verá bien bajo sobre el horizonte; por lo tanto, se apreciará mejor en esa provincia, el punto más occidental de su «recorrido» en territorio argentino. Es por eso que localidades como San José de Jáchal, Rodeo o Bella Vista, ubicadas en el centro de la llamada «franja de totalidad», no tienen plazas hoteleras disponibles desde hace meses.

La doctora Cristina Mandrini, investigadora del Instituto de Astronomía y Física del Espacio (IAFE, Conicet-UBA) y especialista en física solar, es la coordinadora del periplo de los científicos y del posterior simposio internacional que se organizó en la capital sanjuanina y que se prolongará hasta el próximo domingo.

«Un eclipse total de sol –explica Mandrini– ocurre cuando el disco de la Luna cubre completamente el disco solar. ¿Qué tiene de especial este respecto de otros? ¡Que lo tenemos nosotros! En términos de observación científica, cuando el Sol está cubierto por la Luna es posible ver la corona solar, que es su capa más externa y tenue, y estudiar su estructura. Por supuesto, hoy tenemos un instrumento que se llama coronógrafo que produce eclipses artificiales, pero a los científicos, como a la gente en general, nos fascina ir a ver estos fenómenos in situ. Para los ‘solaristas’, los que hacemos física solar, es un disfrute incomparable observar la corona a simple vista. Y para la ciencia astronómica son momentos importantes, porque los medios publicitan el fenómeno, aunque no veamos que esto se traduzca en una mayor inscripción de alumnos en la carrera. Ojalá nos trajese más fondos para investigar.»

«El eclipse total se va a poder observar en el centro de San Juan, sur de La Rioja, norte de San Luis, centro de Córdoba, sur de Santa Fe y una franja norte de la provincia de Buenos Aires, con la franja de oscuridad desplazándose de oeste a este con la rotación terrestre. Y en el resto del país, se observará en forma parcial. Desde luego, para los bonaerenses el problema es la baja altura del fenómeno a pocos grados sobre el horizonte, y que además ocurra en invierno, lo que restringe aún más la visibilidad. Mis amigos me preguntaban adónde ir más o menos cerca –confiesa la física del IAFE–. Chacabuco va a ser uno de los puntos de duración máxima en la provincia: dos minutos y siete segundos. Es una opción. Pero la atención está en San Juan, donde se verá a 12 grados sobre el horizonte, por eso vamos allá. Como sea, roguemos que ese día no esté nublado.» En Bella Vista, departamento de Iglesia, donde se concentrará la afluencia de los fans de los eclipses en San Juan, se podrá ver durante dos minutos, 30 segundos y tres décimas.

El inicio del espectáculo será a las 17:41 en Cuyo, y unos tres minutos más tarde comenzará a verse el fenómeno en territorio bonaerense.

Mandrini cuenta que, además del simposio que organizan el IAFE, la regional de la UTN y el gobierno sanjuanino, entre otras instituciones, y al que acudirán investigadores de 12 países y hasta de una escuela asociada de la NASA, «vamos a hacer lo que se llama ‘ciencia ciudadana’. Bajándose la aplicación Eclipse Camera 2019, cualquier persona podrá contribuir con sus fotos geolocalizadas a una base de datos mundial, administrada por la Universidad de Berkeley, que estudiará en profundidad este eclipse total». «

En 4 años, dos totales y uno anular


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(Foto: AFP)


Los argentinos pueden considerarse coyunturalmente afortunados en materia de eclipses. Además del que ocurrirá el martes, el último eclipse anular (cuando la Luna llega a ocultar el centro del disco solar, dejando visible un anillo de luz) que se vio desde la Tierra también ocurrió en territorio nacional: fue el 26 de febrero de 2017 y se pudo observar desde Esquel, en la Patagonia, hasta Angola, en África. Y eso no es todo: el próximo eclipse total de sol también será en la Patagonia: el lunes 14 de diciembre, la Luna volverá a ocultar completamente el disco solar, y localidades como Valcheta o Ministro Ramos Mexía, en Río Negro, ubicadas en el punto de máximo duración, ya toman reservas de alojamiento desde el año pasado.