La falta de obras en infraestructura escolar y la desinversión educativa en el mantenimiento de cientos de escuelas de la Ciudad de Buenos Aires atraviesa su peor momento. El año pasado, la cantidad de edificios escolares que tuvieron problemas para calefaccionar las aulas en pleno invierno fueron 112, y este año esa cifra fue ampliamente superada y marca un nuevo registro histórico: más de 200. Ante la cantidad de denuncias diarias de diferentes escuelas del distrito porteño, todo indica que esa cifra será aún mayor, y es por eso que el relevamiento que lleva adelante la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación sigue abierto.

En ese marco, la Multisectorial por la Educación Pública realizó una reunión de emergencia bajo la consigna “Infraestructura Escolar en Peligro”. Durante la jornada, docentes, estudiantes, familias que integran las cooperadoras escolares y personal no docente definieron estrategias para exigir la puesta en marcha de obras urgentes en más de 200 escuelas afectadas: 100 con falta total de calefacción y más de 100 con problemas en estufas, calderas y de infraestructura.

“Abordamos de manera colectiva diferentes situaciones que ocurren en las escuelas para organizarnos frente a  los problemas que provocan la desidia educativa que hay en los edificios escolares”, cuenta a Tiempo Pablo Francisco, secretario de la Comisión de Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (CyMAT) de UTE-Ctera. El referente educativo adelantó que en los próximos días habrá otro encuentro mucho más amplio de la comunidad educativa: “Vamos a realizar diferentes actividades en los distintos barrios de la Ciudad para poder visibilizar esta situación que afecta a miles de chicas y chicos, y articular acciones para profundizar el relevamiento en las escuelas”.

La lista de escuelas con problemas de calefacción es interminable y crece con el correr de las horas. Ante esta situación, la Comisión de Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (CyMAT) de UTE mantiene abierto el relevamiento las 24 horas del día, e invita a la comunidad educativa a denunciar estos casos y volcarlos una base de datos para conformar el Mapa del Frío. Una vez recibida esa denuncia se confirma esa situación y se agrega a la lista.

“Quedo claro el estado de emergencia que hay ante la falta de respuesta del Ministerio de Educación de CABA, donde no aprovecharon el tiempo de pandemia para hacer obras en las escuelas”, dice a Tiempo Pablo Cesaroni, titular de la organización Cooperadores en Movimiento, quien participó del encuentro de la multisectorial. Pero el listado de problemas es muy amplio: baños clausurados, techos que se han caído, fallas en el sistema eléctrico, falta de agua, etc. Por este motivo, se han suspendido días de clases en muchas escuelas por no poder funcionar en condiciones seguras. “Quedamos en difundir lo que está pasando a través de las redes y hacer en los próximos días una conferencia de prensa. Se van a impulsar acciones en las escuelas, coordinando en cada comuna”, agrega Cesaroni. “Tenemos propuestas, por eso vamos a pedir una reunión con el Ministerio de Educación de CABA, porque no hay diálogo, Soledad Acuña sigue sin escuchar los reclamos. Tenemos la decisión de movilizarnos exigiendo edificios seguros y dignos”, agrega.

El 25 de mayo pasado, Tiempo sacó a la luz un informe con los datos oficiales de la  inversión escolar de la Ciudad correspondientes al primer trimestre de 2022. Los números son contundentes y denotan un bajísimo porcentaje en las dos áreas más postergadas de la cartera educativa que dirige Soledad Acuña. Mientras el presupuesto en Infraestructura Escolar para este año supera los 3.225 millones de pesos, en los primeros tres meses del año la Ciudad ejecutó apenas $ 329 millones, cifra que representa el 10,2% del presupuesto total en ese sector. La situación se agrava en Mantenimiento Escolar: de 5.541 millones de pesos sólo invirtió $ 507 millones, el 9,1% del total. Las estimaciones a fin de año, si se mantiene el mismo ritmo de inversión presupuestaria en ambos sectores, proyecta que en Infraestructura el gobierno porteño  habrá ejecutado el 40,8%, y solo el 36% en mantenimiento escolar.

Algunas escuelas en peligro

Las escuelas de la zona sur de la Ciudad son las más críticas. En Villa Lugano, la Escuela de Educación Media EEM N° 1 DE 20 carece de calefacción desde la inauguración del edificio en 2014. Pese a los reclamos de la comunidad educativa, la gestión de Rodríguez Larreta nunca puso en marcha las obras para instalar los dispositivos de calefacción. Según el relevamiento de UTE, lo mismo ocurre en la Escuela Primaria N° 23 de 20 de Mataderos. En 2019 fue trasladada a un edificio nuevo que, junto al jardín y la secundaria, conforman el autodenominado Polo Educativo de Mataderos. El edifico de primaria tiene 14 aulas y una superficie cubierta de 2.498 metros cuadrados a la que asisten 350 estudiantes. Las familias reclaman desde hace dos años la instalación de las calderas para calefaccionar el edificio durante el invierno. Lo mismo ocurre en la Escuela De Jornada Completa Nº 02 D.E. 21 «Maestro Eduardo Luis Vicente» de Lugano. La caldera no funciona y sus estudiantes pasan más de 8 horas diarias sin calefacción, situación que se suma a la presencia de ratas que viene siendo denunciada por la comunidad educativa.

Ya alejados de la zona sur, la escuela comercial 19 DE 8 hace años que denuncia la falta de calefacción y no obtiene respuestas por parte del GCBA; la escuela primaria 2 DE 7, que alberga también salas de inicial, donde no anda la calefacción en todo el edificio. A la extensa lista de edificios escolares sin calefacción se suman: la escuela de nivel inicial JIC 4 DE 6 tiene un piso entero sin calefacción; en el Instituto Bernasconi en un sector que afecta a una de sus escuelas en Parque Patricios; y en la Especial 3 DE 17 de Villa Devoto en la que un cuerpo entero del edificio no tiene cómo calefaccionar sus aulas. También la Técnica “Maipú” 15 DE 5 tiene calefacción insuficiente.