El candidato opositor a la Presidencia de Paraguay, Efraín Alegre, segundo con el 42,7% de los votos en las elecciones del pasado domingo, mantuvo su posición de no reconocer el triunfo del colorado Mario Abdo Benítez hasta no tener los resultados oficiales. Alegre había denunciado el martes último que desde la alianza opositora Ganar habían detectado «muestras muy claras» de fraude y explicó que cuentan con «una cantidad inmensa de denuncias» en el marco de un proceso electoral en el que también se elegía a legisladores y gobernadores. «Fraude es fraude; es decir, cuando se fabrica un resultado es fraude. Luego se puede discutir el volumen del fraude», insistió el jueves en una rueda de prensa. En tanto el mandatario electo dijo que respeta la postura de su adversario, pero que confía en la «credibilidad» de la justicia electoral.

La alianza que integra el opositor, que también incluye al Frente Guasú, la concertación de izquierda del expresidente Fernando Lugo, va a supervisar el trabajo que realiza la Justicia Electoral (TSJE) de cara a emitir un pronunciamiento en cuanto se conozcan los resultados definitivos.

«Vamos a controlar voto por voto, acta por acta», señaló Alegre, quien estuvo acompañado por su compañero de fórmula, Leonardo Rubin, candidato a la vicepresidencia en representanción del Frente Guasú.

«Nos consideramos vencedores morales de esta elección», afirmó Alegre, quien reconoció que la paridad de los comicios en los que los resultados oficiales marcaron el triunfo del empresario y hasta ahora senador Abdo con el 46,6%, obedece a que Paraguay «está dividido en un 50% que quiere el cambio y un 50% el continuismo». En tanto la Policía mantiene un fuerte despliegue en el exterior de la sede de la Justicia Electoral ante la posible repetición de las protestas del martes último.

Pese a su posición en apariencia contemplativa, Abdo Benítez ya prepara estos días el equipo para la transición de su gobierno, que se iniciará el 15 de agosto, cuando asuma la Presidencia. El candidato incluso recibió el reconocimiento con felicitaciones de diversos mandatarios extranjeros. «Ellos están en su derecho y yo respeto lo que haga la oposición. Todos aquellos que luchen por lo que consideren justo, adelante. Ojalá que eso se haga en el marco de la responsabilidad y de la seriedad», señaló. Insistió en que si la oposición considera que «hay cuestiones que tienen que ser auditadas o mejor revisadas» sobre el proceso electoral «están en su derecho», y que será el tiempo el que «hablará» sobre esta situación.

Además, pidió que este ejercicio de denuncias se haga con responsabilidad y no se «atente» contra el sistema electoral ni el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), que, destacó, goza «de una gran credibilidad».

«Yo le doy mi voto de confianza al Tribunal Superior de Justicia Electoral y pido simplemente, si puedo pedir, una reflexión sobre el compromiso que tenemos con nuestra democracia y con la nación. Ojalá que (la oposición) haga (las denuncias) de manera seria y responsable y no sea motivado por pasiones momentáneas», dijo.

El TSJE continúa el juzgamiento de las actas de cada una de las 21.211 mesas electorales del domingo.

También el presidente del (TSJE, Jaime Bestard, ratificó la limpieza del proceso, y hasta se declaró «100 % seguro» de que no habrá diferencias entre los resultados preliminares del domingo y los oficiales, que se conocerán en mayo.

Bestard explicó que tampoco espera cambios entre los datos preliminares y los oficiales con respecto a las autoridades de las gobernaciones departamentales, que también se conocieron la noche del domingo.

Bestard remarcó que «no hay ninguna posibilidad de error» en los datos preliminares ofrecidos por la institución. «No creo que haya falla en el TREP. Puede ocurrir que en algún lugar de la República los integrantes de mesa hayan cometido un error de números o no hayan hecho la correcta aplicación del escrutinio y que no coincidan las actas. Pero les aseguro que no va a llegar ni al 0,3% de la incidencia en la votación total», dijo. 

Paraguay también tendrá su presidenta

Una situación inédita podría darse en Paraguay, si en mayo renuncia el actual mandatario Horacio Cartes para asumir una como senador. De confirmarse el resultado electoral, la actual ministra de la Corte Suprema de Justicia, Alicia Pucheta, deberá asumir el Ejecutivo hasta la entrega del mando presidencial a Abdo Benítez, previsto para el 15 de agosto, lo que la convertiría en la primera presidenta en la historia de ese país.

«Cuando el presidente (Cartes) renuncie, seguramente (Pucheta) asumirá como presidenta», reconoció Abdo Benítez en sus primeras declaraciones desde su victoria el domingo en los comicios generales. «Va a ser la primera mujer presidenta de la República del Paraguay, así que creo que va a ser un momento histórico», expresó el mandatario electo por el oficialista Partido Colorado.

Pero no todo es tan sencillo. Para poder asumir como presidenta, el nombre de Pucheta primero deberá ser puesto a consideración del Senado para que sea nombrada vicepresidenta. La ministra dará mañana la respuesta formal al ofrecimiento y anunciará su renuncia en la CSJ, según aclaró ella misma. «