La xenofobia es el rasgo distintivo que investiga la policía alemana en los atentados terroristas en Hanau, en el centro del país. El sospechoso al que las autoridades apuntan es Tobías Rathjen, de 43 años, atacó dos bares de las tradicionales pipas de agua orientales, llamadas narguile. En estos locales  se reúnen fumadores de ese tipo de pipas. En dos ataques a tiros, nueve personas fueron asesinadas y cuatro resultaron heridas, más tarde el sospechoso fue encontrado muerto junto a su madre.

La Fiscalía investiga los atentados como “terrorismo” motivado por una ideología de extrema derecha aseguró el ministro del Interior del estado germano de Hesse, Peter Beuth. Voceros de las fuerzas de seguridad informaron a los medios alemanes que el atacante dejó una carta y un video explicando sus motivos en el que sostiene ideas alucinadas combinadas con teorías conspirativas e ideas xenófobas, como que Estados Unidos está “controlado por sociedades secretas invisibles” que utilizan “métodos maléficos y desconocidos como el control mental”. También asegura que en EEUU existen instalaciones militares subterráneas en las que se maltrata y se mata a los niños: “En algunas de estas alaban al mismísimo diablo. Abusan, torturan y matan a niños pequeños en cantidades increíble, y esto ocurre desde hace mucho tiempo. ¡Despierten!”

El avance de los partidos de extrema derecha es el contexto político en el que se da este ataque y que preocupa a los partidos tradicionales, hace sólo dos semanas la canciller Angela Merkel señaló como un «acto imperdonable» la alianza política entre su partido, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), y la extrema derecha en la región de Turingia para conseguir ganar la presidencia de la esa región. “El resultado de estas elecciones debe ser anulado», dijo entonces la canciller y forzó la renuncia de quien había sido electo por medio de esa alianza.

Merkel hizo una breve declaración en relación a los motivos ultraderechistas de este atentado: “El racismo es veneno”. El vicecanciller alemán, Olaf Scholz, hizo un llamdo de atención y reclamó que tenga consecuencias políticas: “Nuestros debates políticos no pueden obviar el hecho de que hay terrorismo de ultraderecha en Alemania 75 años después de la dictadura nazi. Tenemos que defender nuestra democracia liberal”, afirmó.

El diario El País recordó una serie de atentados de características similares. Por ejemplo, en el último octubre, un hombre abrió fuego contra una sinagoga en Halle, al este del país, y mató a dos personas. En junio de 2019, fue asesinado el político conservador Walter Lubcke a tiros en la terraza de su casa por un ultraderechista, también en el Estado de Hesse. Entre 2000 y 2006, el grupo neonzai NSU mató a nueve extranjeros en el país.

Las autoridades dieron a conocer que en las redes sociales del atacante hallaron un “manifiesto” de 24 páginas que expresa odio a los extranjeros y a los no blancos. En esa línea “hace un llamamiento al exterminio de varios países del norte de África, Oriente Medio y Asia central”. Según explicó un experto en terrorismo el terrorista alemán relató que ese la ciencia demuestra que algunas razas son superiores”, explica Neumann en Twitter.

El ministro Peter Beuth explicó que los primeros resultados apuntan a un motivo xenófobo y a que el hombre actuó solo. En el mensaje en video que grabó Tobías R., cuentan los medios de prensa alemanes, envía en un inglés fluido «un mensaje personal a todos los estadounidenses» en el que asegura que en EE. UU. Existen instalaciones militares subterráneas en las que se maltrata y se mata a los niños.

El primer ataque se produjo alrededor de las 20 hs en un local llamado Midnight, en el centro de la ciudad, que dejó las primeras víctimas mortales. Luego siguió una segunda agresión con muertos en un establecimiento similar en Kesselstadt, un barrio más apartado de esa localidad. Los disparos se hicieron desde un automóvil, que a continuación se dio a la fuga.