Las autoridades holandesas extremaron al máximo el nivel de alerta terrorista para la provincia de Utrecht mientras buscan a un sospechoso, Gökman Tanis, un ciudadano de 37 años de nacionalidad turca que fue visto dentro de tranvía donde se registró el ataque, que se inició a las 10.45 de la mañana hora local (6.45 hora argentina) y dejó un saldo provisional de un muerto y varios heridos.

El hecho causó estupor y alarma porque se produce a tres días de la masacre en dos mezquitas de Nueva Zelanda a manos de un terrorista supremacista blanco antiislamista.

La policía identificó al presunto atacante de Utrecht porque su imagen quedó registrada en las cámaras del transporte minutos antes del inicio de la balacera. Aparentemente lo tenían fichado desde hacía tiempo. «No se acerque a él, pero llame directamente a la línea Opsporingstip 0800-6070» , dice el mensaje difundido por los medios holandeses. El hombre habría huido en un coche Renault Clío rojo.

Para el coordinador nacional de Antiterrorismo y Seguridad (NCTV en sus siglas en neerlandés), Pieter-Jaap Aalbersberg, el tiroteo tiene todas las características de un ataque terrorista, aunque aún no encuentran posibles motivaciones políticas o ideológicas.

El tiroteo se desarrolló cuando el tranvía circulaba por la céntrica Plaza 24 de octubre. Un tirador abrió fuego dentro del vehículo, perteneciente a la red de transporte público.

«Varias personas resultaron heridas y el área circundante fue acordonada y estamos investigando el asunto», informó la Policía de Utrecht en su cuenta oficial en la Twitter.

Las autoridades informaron que otros incidentes con armas de fuego de produjeron durante la mañana en distintos lugares de Utrecht pero no dieron mayores precisiones.

Preventivamente, habían reforzado la seguridad en los edificios públicos y de los principales aeropuertos, como el Ámsterdam-Schiphol. El primer ministro neerlandés, Mark Rutte, canceló una reunión del gobierno para seguir la situación, indicaron las autoridades.

«NCTV está monitoreando la situación en #Utrecht. En contacto estrecho con las autoridades locales. No podemos descartar un móvil terrorista. El equipo de crisis está activado», tuiteó Aalbersberg, el titular de la oficina antiterrorista, para agregar luego que se había subido la alerta al nivel máximo de cinco en Utrecht.

La agencia noticiosa AFP puntualiza que Holanda no sufrió atentados terroristas en forma directa, aunque si sus vecinos.

Sin embargo, recuerda que en agosto, un afgano de 19 años residente en Alemania apuñaló e hirió a dos turistas estadounidenses en la Estación Central de Ámsterdam antes de ser herido.

Un mes más tarde, investigadores neerlandeses dijeron que habían arrestado a siete personas, y que habían incautado material para fabricar bombas y que desbaratado un «ataque importante» contra civiles en las ciudades de Arnhem y Weert.

Tras el ataque en Christchurch, Nueva Zelanda, que causó 50 muertos y una cifra similar de heridos, el gobierno neozelandés anunció que reformará su ley de armas. El terrorista, Benton Tarrant, un extremista islamofóbico, filmó todo su raid y lo envió en tiempo real a Facebook.

La secretaría de la primera ministra, Jacinda Ardern, había recibido diez minutos antes del ataque un correo electrónico con un manifiesto en el que el terrorista detalló sus motivaciones, enmarcadas en consignas neofascistas y xenófobas.

Ahora, Adern informó que se sumará al pedido de muchos ciudadanos «que cuestionan que haya armas semiautomáticas disponibles».

«Como gobierno estamos absolutamente unidos y tenemos muy claro que el ataque del viernes en Christchurch fue nuestro peor ataque terrorista y que este puso en evidencia una serie de debilidades en la ley de armas de Nueva Zelanda», añadió.

La armería Gun City, que vendió a través de Internet cuatro de las armas que utilizó Tarrant, dio su «pleno apoyo» a la reforma de la ley, que Nueva Zelanda intentó modificar sin éxito en otras ocasiones.