Las calles de Santiago estallaron en una fiesta este domingo al confirmarse el triunfo de Gabriel Boric en el balotaje en Chile: contabilizados el 92% de los votos, obtenía 55,18% de los sufragios, más de 11 puntos sobre el ultraderechista José Antonio Kast. 

Boric, de 35 años, se convertirá en el presidente más joven en la historia de Chile cuando asuma el poder el 11 de marzo próximo, en reemplazo del conservador Sebastián Piñera.

«¡Viva Chile mierda!», gritaban jóvenes que agitaban la bandera nacional en las calles de la capital tras los primeros cómputos irreversibles que entregó el Servicio Electoral (SERVEL), festejando una victoria que Kast reconoció muy rápidamente. 

Nacido en la austral ciudad de Punta Arenas, a unos 3.000 km al sur de Santago, Boric se impuso a la propuesta de orden y continuidad neoliberal que proponía su contendiente Kast, con un programa que promete avanzar hacia un Estado de bienestar.

Diputado y exlider estudiantil, tiene la edad mínima para postular a la presidencia en Chile.

Postuló a la Presidencia por la coalición Apruebo Dignidad, que reúne al Frente Amplio -del cual forma parte- y el Partido Comunista. En esta segunda vuelta, concitó el apoyo de todos los partidos de la centro izquierda.

Sin intención de liderar una candidatura presidencial hasta el año pasado por considerarse «sin experiencia», en mayo se impuso sorpresivamente en las primarias de la izquierda a Daniel Jadue, candidato del Partido Comunista y alcalde del barrio de Recoleta, en el norte de Santiago.

«Somos nuevas generaciones que entran a la política con las manos limpias, el corazón caliente pero con la cabeza fría», afirmó Boric tras emitir su voto este domingo en Punta Arenas, su ciudad natal.

Su propuesta estaba en las antípodas de la de Kast, contrario al aborto y al matrimonio igualitario y que buscaba mantener los pilares del sistema impuesto neoliberal impuesto por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

Boric quiere asegurar una serie de derechos sociales que financiará con un reforma fiscal que busca recaudar un 5% adicional del PIB durante su gobierno.

La jornada electoral estuvo marcada por problemas con el transporte público en Santiago y varias regiones de este país de 19 millones de habitantes.

En un día de primavera austral, con una máxima de 35 grados Celsius, se registraron grandes aglomeraciones en los paraderos del transporte público, sobre todo en la mañana, cuando muchos se adelantaron a ir a votar para evitar las altas temperaturas y no encontraron buses.

En redes sociales y medios de comunicación, los votantes denunciaron la carencia de buses en una jornada en la que el gobierno se había comprometido aumentar la flota.

El gobierno, por su parte, aseguró que no habían problemas con el transporte, pero al final de la tarde la ministra de la cartera, Gloria Hutt, pidió disculpas.

Más de 15 millones de ciudadanos estaban llamados a votar para escoger al sucesor del mandatario Sebastián Piñera.