El periodista ruso Pavel Sheremet fue asesinado hoy al estallar una bomba en el automóvil que conducía en el centro de Kiev, capital de Ucrania. Sheremet, de 44 años, había nacido en Minsk pero tenía nacionalidad rusa, era un conocido periodista con una destacada trayectoria profesional en Bielorrusia y Rusia, y se hallaba radicado en Kiev desde hace cinco años.
Según informó el periódico digital Ukrainska Pravda y reproduce la agencia de noticias EFE, la explosión se produjo a las 7.45 (1.45 de Argentina), minutos después de que el periodista abandonara su domicilio. «Desde el lugar de los hechos me informaron que la muerte de Pavel Sheremet ha sido provocada por un artefacto explosivo. Ha sido un asesinato. C, escribió en Facebook el fiscal general de Ucrania, Yuri Lutsenko. También en Faceebok, el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, indicó que ya impartió instrucciones a la policía de volcarse en la investigación del asesinato de Sheremet y recalcó que «los culpables deben ser castigados». «Ha ocurrido una tragedia terrible en Kiev. Conmoción, no hay otra palabra. Conocía a Pavel personalmente. Mis condolencias a su familia y amigos», escribió el jefe del Estado. La jefa de la Policía Nacional de Ucrania, Jatia Dekanoidze, aseguró que el esclarecimiento del asesinato del periodista es «una cuestión de honor» para el cuerpo a su mando.
El automóvil en el que se desplazaba Sheremet pertenece a la directora de Ukrainska Pravda, Yelena Pritule, quien no se hallaba a bordo del vehículo en el momento de la explosión. Sheremet comenzó su carrera profesional a comienzos de los años 90 en la televisión bielorrusa y en 1996 fue nombrado jefe de la corresponsalía de la Televisión Publica de Rusia en Minsk. Crítico acérrimo del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, en 1997 fue detenido cuando preparaba un reportaje sobre la situación en la frontera bielorruso-lituana y acusado de ejercer «labor periodística ilegal» y de recibir dinero de «servicios secretos extranjeros».
Sheremet fue condenado entonces a dos años de prisión por la Justicia bielorrusa, pero recuperó la libertad luego de tres meses de reclusión gracias a las presiones de Rusia. El reconocido periodista será enterrado en Minsk, capital de Bielorrusia, su ciudad natal, según informó su madre al diario bielorruso Bielorruski Partisan, del que fue uno de los fundadores.