Donald Trump todavía no se decide si su mayor error fue haber convocado a John Bolton como asesor en Seguridad Nacional o haberlo despedido de modo humillante un año y medio más tarde. El belicoso exfuncionario republicano, por su lado, disfruta de uno de esos momentos de gloria que no duran para siempre, pero le servirán para ensanchar su ego, que compite con el del presidente. En todo caso, el escándalo que provocó contando “lo que nunca se dijo” de sus meses en la Casa Blanca y los detalles más escabrosos de la personalidad del mandatario que comanda los destinos de la principal potencia del planeta forma parte de una guerra interior que amenaza la reelección en noviembre próximo.

Este sábado, el juez Royce Lamberth, del distrito de Washington, le cerró la puerta a una demanda del gobierno en contra de la publicación de The Room Where it Happened (La habitación donde sucedió), el explosivo texto en el que Bolton destila gota a gota toda su inquina contra Trump al mostrarlo como un incompetente y un peligro para la nación.

El gobierno entendía que por las filtraciones que hubo a la prensa, el libro divulga secretos de Estado o información sensible para la seguridad de EE UU. El magistrado, en cambio, opinó que muy poco podría hacer para aceptar el reclamo en virtud de que el libro, que oficialmente se lanzará este martes, ya fue distribuido en todo el país por Simon & Shuster, un peso pesado de la industria editorial. «El caballo, como solemos decir en Texas, parece estar fuera del establo», resumió el magistrado.

Entre las “maravillas” que cuenta Bolton –despedido luego de que la estrategia para derrocar a Nicolás Maduro fracasó estrepitosamente, en setiembre de 2019– figuran, claro, los traspiés de EE UU en ese país, pero es bien claro que el exfuncionario busca limpiarse de culpas. 

“Trump me insistió que quería una opción militar para Venezuela”, escribe Bolton. Agrega luego: “Yo expliqué por qué la fuerza militar no era una opción, sobre todo por la oposición a la idea en el Congreso. Estaba convencido de que podíamos lograr los objetivos trabajando con los oponentes de Maduro”. Según ese testimonio, a Trump le parecía “muy cool” invadir Venezuela. Así surge la opción del diputado Juan Guaidó, a quien parece ser que Trump terminó por ver como quien “no tiene lo que se necesita”. De todos modos, reconoce Bolton, “incluso la OEA, una de las organizaciones internacionales más moribundas, fue despertada para ayudar a Guaidó”.

Otro detalle ilustrativo es el encuentro en Buenos Aires entre Trump y el presidente chino, Xi Jinping, en la cumbre del G-20 de 2018. Bolton acusa a Trump, enfrascado en una guerra comercial, de haber ofrecido a Xi mantener los aranceles en un 10% si China se comprometía a comprar más productos agrícolas estadounidenses. El dato se conocía, lo que agrega Bolton es que Trump dijo que así lo ayudarían a conseguir el voto de los estados agrícolas en su búsqueda de la reelección, un tema que según el libro era prácticamente el único objetivo a largo plazo del presidente. En todo caso, una fundamentación como esa podría ser parte de una negociación intrincada en la que cualquier razón puede servir a los fines deseados. Pero ese es un detalle.

El libro, que no es el primero en contar intimidades de un gobierno que por momentos luce desquiciado, es como una bomba en el sueño reelectoral. Abona la tesis de que presionó a Ucrania para denostar al hijo de Joe Biden y por lo tanto al ahora candidato demócrata, el eje del fallido juicio político de fines del año pasado. Pero esa vez, Bolton se negó a ser testigo en el Congreso. Prefirió poner su testimonio por escrito y cobrar por ello, pero medio año más tarde.

OTROS LIBROS

 Fear: Trump in the White House (Miedo: Trump en la Casa Blanca). Bob Woodward, periodista del caso Watergate de 1974.

 Fire and Fury (Fuego y furia). Michael Wolff.

 A Higher Loyalty (Una mayor lealtad) James Comey, ex jefe del FBI