Aunque la invitación fue propicia para abordar la situación del periodismo en Sudamérica, en una rueda de especialistas que me tocó comandar en la sede de Bruselas del Parlamento Europeo, lo que verdaderamente significó un elemento superador de este viaje resultó ser un encuentro con muchísimas personalidades de la política europea, muchísimos diputados, todos ellos cantando por Lula y repudiando la situación política y judicial que padece Brasil. 

La movida fue realmente conmovedora. No sólo por el acto final ejecutado en la explanada de la institución, de la que participaron representantes de los países que integran el Parlamento, diversas personalidades políticas y representantes de Podemos, de España y también de Portugal y de Italia. Por supuesto, se manifestaron codo a codo con representantes argentinos como Jorge Taiana y Roberto Baradel, entre otros. O la diputada uruguaya del Frente Amplio, Lilian Galán. 

Todos ellos participaron de varios eventos, aunque seguramente el más emocionante fue realizado en esas escalinatas. Horas después se registró un acto organizado en París por miembros José Eduardo Wesfreid, de la Asamblea de Ciudadanos Argentinos radicados en Francia, quien además es el esposo de Sophie Thonón, la abogada que llevó los casos de las monjas francesas desaparecidas en Argentina, Alice Domon y Léonie Duquet, y quien además consiguió que fuese condenado a cadena perpetua a Alfredo Astiz en Francia en 1990. 

No fueron las únicas manifestaciones en esa dirección. En general, toda la oposición a la derecha francesa reaccionó así. Un ejemplo es el político izquierdista Jean-Luc Mélenchon, quien denunció los sucesos recientes en Brasil, a los que, certeramente, catalogó como golpe de Estado judicial contra Lula.

Todo ello permite dar cuenta de que Europa para nada es indiferente con lo que ocurre con Lula. Brasil tiene una llegada muy fuerte en la región. La movida de estos días, tanto en Bruselas como en París, fue muy interesante, con gran repercusión y respuesta de apoyo al expresidente y una gran indignación generalizada. 

Por supuesto, aunque como ocurre en la Argentina, no faltan los que están encantados con lo que ocurre en Brasil. Es que la brecha es muy fuerte, cada día más, en el mundo entero. Las características del neoliberalismo, su accionar, son parecidos en todo el mundo. Aquí, en Francia, Emmanuel Macron, sin ir más lejos está tomando medidas de shock que, siempre, están viculadas a los intereses de la clase dominante, aunque en Francia, por supuesto, las distancias entre los ciudadanos no son potentes, tan hipócritas y tan hirientes como en América Latina.

De todos modos, los diarios se encargan de transmitir profusamente lo sucedido en Brasil. Inclusive, en los medios más conservadores que son reflejo de los sectores a los que representa, prevalece la sensación de muy alto descreimiento en lo actuado por  la Justicia de este país sudamericano. Y bien que lo entendemos nosotros, testigos de la locura que asiste a la Justicia en la Argentina. Nadie mejor para comprender perfectamente de qué manera la Justicia brasileña está totalmente en manos de lo que es la Red O’Globo. Y que la Justicia mediática se impone por encima de cualquier otro valor. 

El mundo está perfectamente advertido: la decandencia de los valores de la justicia, el aquelarre en que se ha convertido esta institución, tanto en la Argentina como en Brasil, de qué forma se ve dominada por grupos hegemónicos del periodismo y la presencia constante de esos medios, fogoneando el neoliberalismo y atacando a todos los que puedan hacer algo, o al menos, luchar para cambiar esa historia.

La división en la Corte Suprema

 La batalla entre parte de la Corte y los procedimientos de la Operación Lava Jato tuvo una escalada luego de que el magistrado del Supremo Tribunal Federal, Gilmar Mendes, acusó al juez Sérgio Moro de ejercer «tortura» contra detenidos para poder arrancarles una delación.

«El uso de la prisión preventiva para obtener una delación no es algo constitucional. Es tortura. Eso no tiene cabida en nuestra Constitución, sí la puede tener en la Constitución de Curitiba», dijo Mendes, un conocido opositor al Partido de los Trabajadores (PT), en alusión a la ciudad sede de la Operación Lava Jato donde trabaja el juez Moro. 

Mendes lanzó esta dura denuncia al votar a favor de un hábeas corpus por la liberación del exministro de Economía del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, Antonio Palocci, preso desde el año pasado y acusado de ser el máximo recaudador del PT con la empresa Odebrecht y organizaciones financieras y bancos. La corte finalmente no aceptó por mayoría el hábeas corpus, pero dejó explícitas las diferencias. «