China se ufana de haber concretado una proeza científica al lanzar al espacio «el primer satélite de comunicación cuántica», un proyecto con el que el gigante asiático busca construir un sistema de comunicaciones a prueba de filtraciones para ser utilizado con fines militares y comerciales, informó la agencia oficial Xinhua.

El satélite de 600 kilos bautizado «Micius» -en homenaje a un científico chino que vivió 500 años antes de Cristo y realizó las primeras investigaciones ópticas- fue enviado al espacio desde el Centro de Lanzamiento de Jiuaquan, en la provincia de Gansu, en el desierto de Gobi, a bordo de un cohete March-2D.

La misión del satélite, que durará dos años, buscará «desarrollar comunicaciones cuánticas a prueba de filtraciones (‘hack-proof’), permitiendo a los usuarios enviar mensajes de forma segura a velocidades superiores a la de la luz», informó la agencia oficial de noticias. La física cuántica es el estudio de los bloques de construcción básicos del universo en una escala más chica que la de los átomos, que tienen un comportamiento «sorprendente», explicó Xinhua, al precisar que estas diminutas partículas «como si estuvieran en dos lugares a la misma vez, en un fenómeno conocido como ‘superposición'».

«En la práctica significa que los cálculos pueden llevarse a cabo más rápido que la velocidad de la luz», continuó, y agregó que según los científicos, una computadora cuántica demorará una fracción de segundo en resolver un problema que a la más poderosa supercomputadora del mundo le tomaría 100 años.

Para usar una analogía, una computadora cuántica sería capaz de leer todos los libros de una biblioteca en simultáneo, mientras que una convencional debería leerlos uno después del otro.

Para explicar cómo hará la misión china para funcionar a prueba de filtraciones, Xhinua indicó que la «comunicación cuántica puede además encriptar información usando llaves que se forman con series aleatorias de números. Estos números cambian si son interceptados por un hacker, haciendo que la información se autodestruya, por lo quesería prácticamente imposible de hackear».

El plan de China en este campo implica el envío de más satélites de este tipo con el fin de disponer hacia 2030 una red global de comunicación cuántica.