Donald Trump se sorprendió cuando estallaron las risas en el adusto escenario de la Asamblea General de la ONU. «No esperaba esta reacción, pero está bien», se justificó el empresario. La causa de ese momento de jolgorio fue la enumeración de los que Trump consideró, sin el menor atisbo de turbación, los mayores éxitos de su gestión desde que llegó a la Casa Blanca.

No es dable saber si los mandatarios que estaban en el salón de las Naciones Unidas en Nueva York soltaron la risa porque entendieron que el presidente estadounidense les mentía o por la soltura con que alabó su trabajo en Washington. Como sea, las cifras oficiales son dispares. Para la ONU, la pobreza creció desde que Trump llegó al poder, para los organismos de estadísticas de EE UU,  hubo una disminución desde 2016, aunque en una tendencia que lleva décadas de baja de ingresos en las capas más bajas de la sociedad y aumento de la inequidad social en el país más rico de la tierra.

A mediados de septiembre, como cada año, la Oficina del Censo de Estados Unidos presenta su informe anual con datos actualizados de la economía y la sociedad.  De acuerdo a este documento que se puede consultar en <https://www.census.gov/>, los índices de pobreza disminuyeron en 20 estados y el distrito federal de Columbia, y aumentaron en Delaware, Alaska, Massachusetts y Pennsylvania.  La desigualdad, en cambio, sólo disminuyó en California y Alabama.

La novedad es que Louisiana, Mississippi, Nuevo México y Virginia Occidental. tienen un 18% de pobreza. El otro dato relevante es que las tres cuartas partes de las empresas estadounidenses no tienen empleados en relación de dependencia. Este número creció desde 2016, cuando sólo el 23,8% de los 32.570.855 establecimientos tenían empleados registrados. O son cuentapropistas o tienen personal en negro, en cualquier caso, es una forma de economía subterránea.

Un par de meses antes se había presentado en Ginebra un informe de la ONU dirigido por Philip Alston, docente de la Universidad de Nueva York y relator especial en este caso. El estudio reveló que  EE UU tiene la tasa de mortalidad infantil más alta de los 20 países más ricos y una de las mayores en pobreza infantil, con el 21 por ciento. La otra cuestión es que 40 millones de personas viven en la pobreza en ese territorio, que incluye a Puerto Rico como uno de los sitios más castigados por la pobreza y exclusión.

Según publicó The New York Times recientemente, la productividad del trabajador de EE UU aumentó un 77% desde 1973, pero los salarios sólo crecieron 12 por ciento. De cobrar por productividad, el salario horario debería ser de 20 dólares, pero solo un tercio de los trabajadores cobra más de 12 dólares la hora. «Una década después de la crisis financiera de 2008 –dice Chris Hedges en el portal Truthdig– el patrimonio de una familia media es 40 mil dólares más chico. Para las familias negras, la caída es de un 40%, para las hispanas, un 46 por ciento.» Los índices de pobreza e indigencia, además, son mayores entre negros e hispanos que entre «blancos caucásicos».