Tres caravanas de ambulancias y micros con miles de civiles y milicianos abandonaron hoy el este de Alepo, en el inicio de una esperada evacuación y retirada del último enclave rebelde en esa devastada ciudad del norte de Siria y en virtud de un renovado acuerdo entre varios actores del conflicto.

La TV estatal siria mostró imágenes en vivo del convoy de ambulancias y ómnibus verdes y blancos que cruzaban un puente desde el este al oeste de la ciudad, atravesaban el territorio controlado por el gobierno y seguían viaje hacia una zona rural de la provincia de Alepo que está bajo control rebelde.

La evacuación es parte de un acuerdo de alto el fuego alcanzado esta semana por el cual la oposición armada aceptó abandonar Alepo ante una devastadora ofensiva aérea y terrestre del Ejército sirio y sus aliados que, tras varias semanas, terminaron hoy de reconquistar por completo el este de la ciudad.

La rendición marca el fin de cuatro años de control rebelde de la parte oriental de Alepo, la segunda mayor ciudad de Siria, así como la victoria más importante del Ejército en casi seis años de guerra entre el gobierno del presidente Bashar al Assad, y sus aliados Rusia e Irán, contra grupos insurgentes que pretenden derrocarlo.

En un video difundido por la agencia de noticias estatal siria SANA, Al Assad felicitó hoy a los sirios por la «liberación de Alepo» y dijo que la toma de la ciudad norteña marcará «un antes y un después» en Siria.

«La situación cambiará no solo en Siria o en la región, sino en todos los países del mundo; habrá un antes y después de Alepo, el tiempo se convertirá en historia», dijo el mandatario sirio.

Sin embargo, Estados Unidos y sus aliados, que apoyan a grupos rebeldes que operaban en Alepo y desde hace años exigen un apartamiento de Al Assad para poner fin al conflicto, dijeron que la toma de la ciudad no era una victoria de Damasco y recalcaron la necesidad de un acuerdo político en Siria.

El responsable de la diplomacia de Estados Unidos, John Kerry, solicitó al alto el fuego «inmediato y duradero» y abogó por una «una transición política hacia un gobierno más representativo».

En una conferencia de prensa en Washington, el secretario de Estado norteamericano aseguró que «todas las partes» con las que ha hablado están preparadas para volver a la mesa de negociaciones, y que «la única pregunta por resolver es si el régimen sirio está dispuesto a ir a Ginebra y a poner fin a esta matanza», remató.

En la misma línea, el ministro de Defensa británico, Michael Fallon, sostuvo que «no hay un futuro para Al Assad en Siria», incluso aunque logre doblegar a la oposición.

Cientos de civiles murieron y decenas de miles más abandonaron sus hogares en Alepo por la campaña militar para retomar la ciudad, que comenzó en julio con un sitio y bombardeos y derivó en una incursión terrestre, desde el 15 de noviembre, que fue mermando la superficie dominada por los insurgentes.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) informó hoy que en total, unos 3.000 civiles y 40 heridos fueron evacuados en los tres convoyes que partieron hoy de Alepo, aunque aclaró que podría llevar varios días completar la operación.

Poco antes, el mediador de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, advirtió desde París que aún quedan 50.000 personas encerradas en Alepo, 40.000 de ellos civiles, y el resto milicianos y sus familiares.

Además, advirtió que hay pocos observadores sobre el terreno y llamó la atención sobre el hecho de que todos los rebeldes estén siendo trasladados hacia la provincia de Idleb.

«Sin un acuerdo político y un alto el fuego, Idleb se convertirá en el próximo Alepo», advirtió el diplomático sueco.

La evacuación se produjo en tres tandas -con unas 1.000 personas en cada trayecto- en convoyes integrados por decenas de micros y ambulancias desde los barrios orientales de la ciudad, que lograron ingresar a territorio rebelde a través del pasillo humanitario abierto en la madrugada, informó el CICR en un comunicado.

La Cruz Roja y la Media Luna Roja Siria informaron que, además, de los 3.000 civiles fueron evacuados 40 heridos, entre ellos varios niños.

Las evacuaciones, que deberían haber empezado ayer pero se frustraron por la reanudación de los combates en la zona, forman parte de un acuerdo alcanzado inicialmente sólo por Rusia, Turquía y los rebeldes, sin la participación del gobierno sirio.

Entretanto, desde Ginebra la ONU anunció hoy que supervisará y asistirá en la evacuación de Alepo.

«Fuimos invitados esta mañana a supervisar, asistir en la evacuación desde los enclaves que permanecen bajo control de los grupos armados» en Alepo oriental, señaló en rueda de prensa el coordinador humanitario de la ONU para Siria, Jan Egeland, quien especificó que Rusia solicitó su participación.

Además afirmó que no se trata de un acuerdo organizado ni mediado por la ONU, sino que se trata de un pacto «entre las partes» en esta guerra.

El diplomático detalló que la operación tendrá tres ejes: habrá una evacuación médica de heridos y enfermos, de civiles vulnerables y de combatientes.

Y precisó que equipos de la ONU acompañarán a los evacuados, y especialmente a los rebeldes que así lo deseen, a la provincia de Idleb, controlada por la oposición, y también hasta Turquía.

Siria está sumida en un sangriento conflicto desde marzo de 2011 que ya causó unos 250.000 muertos y obligó a más de 4 millones de personas a refugiarse en países vecinos y Europa, y a otros 7,6 millones a desplazarse a otras partes del país, según la ONU.

El conflicto comenzó durante la llamada Primavera Árabe, cuando un movimiento masivo de protesta contra el gobierno de Al Assad salió a las calles pacíficamente para pedir reformas y una apertura política en un país gobernado por la familia del mandatario desde hace más de cuatro décadas.

Pero la represión de las protestas agravó el conflicto y provocó la aparición de grupos insurgentes armados que recibieron apoyo de las principales potencias occidentales y árabes; y de milicias islamistas como el grupo radical Estado Islámico (EI).

La reconquista de Alepo, en la que confluyen casi todos los actores locales e internacionales de la guerra siria, es la mayor victoria del gobierno Al Assad contra los rebeldes desde el inicio de la guerra en Siria.