A contracorriente de la tendencia para instaurar gobiernos neoliberales –algunos de corte nazi-sionista como es el de Bolsonaro en Brasil–, con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, México se ha convertido en un punto de referencia para la recuperación de gobiernos nacionales y populares.

Recientemente presentó al poder legislativo su Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 (PND 2019-2014) (Ver https://lopezobrador.org.mx/wp-content/uploads/2019/05/PLAN-NACIONAL-DE-DESARROLLO-2019-2024.pdf). Ya en la introducción va al fondo del problema al señalar el fundamento del régimen neoliberal al que pretende poner fin: «La aplicación de los preceptos del Consenso de Washington en México se tradujeron en un desarrollo desestabilizador que incrementó las dificultades y los obstáculos para la convivencia y que generó una oligarquía político-empresarial». Más adelante agrega: «México fue uno de los países en los que este neoliberalismo fue aplicado de manera más encarnizada, brutal y destructiva, y uno en los que duró más tiempo. Ello fue así porque la pequeña élite político-empresarial que lo impuso se adueñó de las instituciones y se perpetuó mediante sucesivos fraudes electorales».

En materia económica, define con claridad que el mercado no sustituye al Estado. «Durante décadas, la élite neoliberal se empeñó en reducir el Estado a un aparato administrativo al servicio de las grandes corporaciones y un instrumento coercitivo en contra de las mayorías. El Estado recuperará su fortaleza como garante de la soberanía, la estabilidad y el Estado de derecho, como árbitro de los conflictos, como generador de políticas públicas coherentes y como articulador de los propósitos nacionales».

El poder del pueblo

Se aleja del modelo «electorero», a partir de la definición de que «democracia significa el poder del pueblo». Plantea ejercer una «democracia participativa para socializar el poder político e involucrar a la sociedad en las grandes decisiones nacionales», mediante mecanismos como «la consulta ciudadana, la revocación del mandato y las asambleas comunitarias como instancias efectivas de participación».

Con excepción de Venezuela desde el triunfo de la Revolución Bolivariana, lo que ocurrió en la mayor parte de la región, fue que las FF AA fueron convertidas en mercenarias al servicio de la oligarquía. El gobierno de AMLO las define como «pueblo uniformado», procurando «incrementar la confianza de la población civil hacia las FF AA, impulsar la colaboración entre una y las otras y enfatizar su papel como parte de la sociedad».

Educación y formación política

Uno de los sectores que AMLO considera estratégicos es el de la educación, en su sentido más amplio. Denuncia al régimen neoliberal de 1982-2018 por haber devastado la educación superior con el propósito de acabar con su gratuidad, y ver a los ciclos básico, medio y medio superior como oportunidades de negocio para el sector privado. Menos publicitado, pero igual o más importante, consciente de la necesidad de un respaldo popular permanente, consistente y militante a su gobierno, AMLO impulsó en el ámbito de su partido, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) la creación del Instituto de Información y Formación Política, actividad que promueve abiertamente para la sociedad en general.

Relacionado con lo anterior, el acceso a la información es una prioridad para el flamante gobierno: se propuso en el corto plazo garantizar la cobertura en todo México mediante «la instalación de Internet inalámbrico gratuito en todos los espacios públicos».

Salud gratuita para todos

Anuncia la creación del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar, con el ambicioso objetivo de garantizar que hacia 2024 todas y todos los habitantes de México puedan recibir atención médica y hospitalaria gratuita, incluidos el suministro de medicamentos y materiales de curación y los exámenes clínicos.

Detonar el crecimiento

En el rubro económico, AMLO no es menos claro y contundente: «Ante la brutal concentración de riqueza generada por sus políticas, los gobernantes neoliberales afirmaban que lo importante era que esa riqueza se generara en la élite de la pirámide social y que ya iría goteando hacia abajo para acabar beneficiando a todos. La afirmación resultó falsa. Un puñado de empresas y de magnates acapararon el exiguo crecimiento económico y la riqueza jamás llegó a los sectores mayoritarios de la población».

Combate radical a la corrupción

Para mantener finanzas sanas, el gobierno prioriza no gastar más dinero del que ingrese a la hacienda pública, garantizando que «los recursos destinados a financiar los programas sociales provendrán de lo que se ahorre con el combate a la corrupción y la eliminación de gastos suntuarios». Cabe mencionar que desde los primeros días de gobierno se redujeron en 50% los salarios de todos los funcionarios de alto nivel, y se quitaron todos los privilegios, choferes, viajes al exterior, asesores, seguro médicos privados y todo tipo de gastos que se hacían con cargo al Estado y ahora deberán ser a cuenta de cada funcionario. «No puede haber gobierno rico con pueblo pobre», repite AMLO.

Rescate del sector energético

Un sector estratégico. Por ello, un propósito de importancia para la presente administración es el rescate de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Cía Federal de Electricidad (CFE), ambas propiedad del Estado, para que vuelvan a operar como palancas del desarrollo nacional. En ese marco, una de las tareas centrales es «impulsar la reactivación económica y lograr que la economía vuelva a crecer a tasas aceptables» (el objetivo es alcanzar un promedio anual del 4% al final de 2024). Se priorizará el «fortalecimiento del mercado interno, lo que se conseguirá con una política de recuperación salarial y una estrategia de creación masiva de empleos productivos, permanentes y bien remunerados».

Sin estridencia, pero con contundencia, AMLO está llevando a cabo una verdadero cambio de paradigmas después de un régimen neoliberal que gobernó 36 años. «

¿Un eje AMLO-CFK?

La gira emprendida por Axel Kicillof por México y EE UU puede ser entendida como una señal ante la posibilidad de que Cristina Fernández llegue a un tercer mandato. Kicillof se reunió en México con referentes de primera línea del gobierno de AMLO. Estuvo con el presidente del Senado, Martí Batres; Mario Delgado, diputado líder de la bancada de Morena; y los secretarios Gabriela Márquez Collín, de Economía; Luisa Alcalde, del Trabajo, e Irma Sandoval, de la Función Pública, entre otros. Ante la prensa, Kicillof fue claro: «Existen muchas coincidencias entre las posiciones que defendemos en la Argentina quienes compartimos el espacio con Cristina Fernández y deben aprovecharse para unir esfuerzos en el combate al neoliberalismo en América Latina».