En la India se superaron los 100 mil muertos, mientras el mundo entero cuenta 1.036.000 fallecidos y más de 25 millones de contagiados. Las curvas generales se mantienen ascendentes a más de diez meses del primer caso y la segunda ola en Europa, ya no es un mal augurio sino una realidad. Ayer unos 4,5 millones de madrileños amanecieron con nuevas y severas restricciones de movimiento, en algunos casos sectoriales, para intentar frenar el coronavirus, que avanza peligrosamente en otros países del continente. La situación es de “es extraordinaria gravedad», según el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez. Es que el promedio de casos se multipló en las últimas semanas. Un tercio de ellos se padecen en la capital.

Por otra parte, París estará desde mañana en “alerta máxima”, aunque los brotes se evidencian en muchos sitios de Francia. El gobierno ya decidió volver a dar un paso adelante en los distanciamientos y cerrar todos los bares y restaurantes.

La contracara se ve en Alemania, donde se vieron nuevas manifestaciones en contra de las restricciones y también en Italia, donde el Papa Francisco realizó su primera salida de Roma en siete meses para visitar la ciudad de Asís, donde nació San Francisco, y firmar su tercera encíclica dedicada a la «fraternidad».