El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, pide a las naciones miembros de la Organización de Estados Americanos que trabajen en la postulación de un candidato que represente a los estados progresistas en oposición al actual secretario general, Luis Almagro, que se presentará a reelección en marzo. Y, a la vez, rever la candidatura que apoyaron algunas naciones de quien fuera su canciller y luego se convirtiera en estrecha colaboradora del presidente Lenin Moreno, María Fernanda Espinosa, a quien acusa de traición, de ser artífice de la enmienda que lo inhabilitó a futuro como candidato presidencial, y de contribuir a la persecución jurídica contra dirigentes de su espacio, incluido él mismo.

“Luis Almagro es un traidor, pero creo que no se ha entendido que María Fernanda Espinosa es la Almagro de la Revolución Ciudadana”, dijo Correa a Tiempo desde su residencia de Bélgica en comunicación vía Skype. “Tenemos hasta el 20 de marzo para proponer a alguien decente”.

Hasta septiembre,Espinosa presidía la Asamblea General de la ONU tras distanciarse de Moreno. Presentó su candidatura en diciembre avalada por Antigua y Barbuda y San Vicente y las Granadinas, y busca ahora los 18 votos que le permitirían ocupar el cargo del uruguayo Almagro, que contrariamente es a quien apoya Moreno. Espinosa caracteriza a Almagro como el promotor de una creciente polarización del organismo y sostiene que ha llegado el momento de que una mujer ocupe ese lugar.

“El argumento que tienen muchos países amigos es que Almagro es peor, ¡pero es que es un falso dilema! Porque no tiene que ser Espinosa o Almagro”, enfatizó Correa en una entrevista que se publicará completa en la edición dominical. Allí insistió en que es igualmente falso que la fecha de presentaciones haya cerrado el 15 de diciembre, sino que es posible hacerlo “hasta el 20 de marzo”, día de la elección.

Correa describe a su antigua funcionaria como quien “ha sido la mano derecha de Lenín Moreno. Moreno traicionó a la Revolución Ciudadana, entregó el país a la derecha, se lo robó al progresismo de América Latina, es ahora uno de los países más serviles a Wáshington y todo de la mano de María Fernanda Espinosa y su esposo Eduardo Mangas. Llegaron al poder y empezaron a complotar para meter preso al vicepresidente Jorge Glas”. El economista asegura que era Mangas quien “dirigía el lawfare desde la secretaría de la presidencia”. DIjo:  “El marido era el que llamaba a extorsionar, el que compraba asambleístas, un horror, un desastre”.

Por eso expresó su aspiración a que “los pueblos hermanos entiendan quién es esta gente, que tiene presa a nuestros compañeros, Por eso les he pedido, les he rogado a quienes en nombre del progresismo quieren apoyar a esta señora nefasta, que busquemos otro candidato”.

Correa también cree que aceptar a Espinosa como candidata, es para algunos, cortar el hilo “por lo más débil”, ya que él no es más presidente y su actual partido no está en el poder. Y da el ejemplo con otro posible candidato, el excanciller de Lula Da Silva, en Brasil, Celso Amorim. “Es un tremendo candidato, pero dirán, se puede poner bravo Bolsonaro, que es presidente del país más grande de América Latina, la quinta economía mundial, y es medio fascista, entonces que se ponga bravo nomás Correa, como si fuera un capricho mío. Lamentablemente nos sentimos como un peón en un tablero de ajedrez. Pero haremos lo que tengamos que hacer”.

Consultado sobre qué otras opciones considera viables, el expresidente respondió: “Por supuesto que hay candidatos, acabo de dar uno. ¿Imaginas un candidato como Celso Amorim? Barre. Un canditado como Ernesto Samper, expresidente colombiano; Rebeca Rebeca Grynspan, secretaria general iberoamericana; el embajador (Ronald) Sanders de Antigua y Barbuda, toda una institución, el excanciller argentino Jorge Taiana, hay tantos en vez de esta oportunista”.