Cuba permitirá el ingreso de inversores extranjeros en su comercio mayorista y minorista por primera vez en 60 años, a fin de lidiar con una crisis que arrastra la isla desde hace décadas por el bloqueo estadounidense y que se ha recrudecido por la situación internacional derivada de la pandemia y la guerra en Ucrania.

La medida fue anunciada esta semana por la viceministra primera del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (Mincex), Ana Teresita González Fraga, y es un fuerte giro para el Gobierno comunista ya que anula una política central del expresidente y líder revolucionario Fidel Castro que data de la década de 1960.

La apertura apunta a resolver la escasez de bienes básicos como alimentos y medicinas, pero no implica una apertura completa del comercio.

Las autoridades precisaron que los inversores extranjeros podrán poseer total o parcialmente los negocios mayoristas cubanos, pero aclararon que el Gobierno controlará que prevalezca «un mercado estatal», según la ministra de Comercio Exterior, Betsy Díaz Velázquez.

El objetivo es «ampliar y diversificar la oferta a la población y contribuir a la recuperación de la industria nacional», aseguró, por su parte, el ministro de Economía, Alejandro Gil.

La producción local

La ministra de Comercio Exterior agregó que se van a priorizar y a ofertar las propuestas de negocios de las compañías que se han mantenido en el país durante estos tiempos difíciles, informó el diario cubano Granma.

Las empresas que venden tecnologías y equipos de energía verde que podrían impulsar la producción nacional también serán priorizadas.

La noticia llega en un momento en que algunos comercios han comenzado a racionar productos esenciales como aceite de cocina para garantizar que llegue a todos los hogares.

La pandemia de coronavirus, la reducción de las ayudas por parte de Venezuela y las estrictas sanciones y restricciones impuestas por Estados Unidos durante el mandato del expresidente Donald Trump han contribuido a aumentar los problemas de la isla.

En mayo, el Gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, acordó aliviar las sanciones de Trump, relajando las restricciones a los viajes así como la cantidad de dinero que los cubanos residentes en Estados Unidos pueden enviar a sus familiares en Cuba.

En ese momento, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, recibió con satisfacción el anuncio y dijo que marcaba «un pequeño paso en la dirección correcta».