En la primera fila del auditorio, había un lugar vacío. Estaba reservado y tenía el nombre de Milagro Sala. En el escenario Dilma Rousseff sacó una foto de la dirigente social jujeña, reclamó su inmediata libertad y que se respeten las garantías constitucionales. La destituida presidenta brasileña fue contundente en su apoyo: no puede ni ella ni nadie estar presa “siendo culpable de tirar huevos”.

Estuvo en Buenos Aires. La jornada de Dilma, “la presidenta elegida por su pueblo”, tal como la presentaron en el homenaje de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo, fue intensa. Desde un escenario en el que la había precedido la diputada chilena Camila Vallejo, reclamó una “elección directa para presidente” para terminar con la ocupación de Michel Temer del sillón presidencial. Y remarcó una y otra vez: “Temer debe renunciar, debe renunciar”.

La ex mandataria almorzó con dirigentes políticos y sindicales, se reunió con militantes de La Garganta Poderosa y efectuó una conferencia de prensa para denunciar el “golpe dentro del golpe en Brasil”. Previo a la “charla magistral” sobre democracia, derecho y justicia social, la mandataria fue homenajeada con el título de Honoris Causa de universidades públicas argentinas y con una distinción del movimiento Ni Una Menos. “El pueblo brasileño jamás ha votado la reducción presupuestaria de la educación, la salud y el desarrollo económico. Esto se soluciona con una elección directa para presidente”, reclamó una y otra vez.

“No estoy discutiendo la investigación sobre la corrupción, estoy discutiendo el cumplimiento de la Constitución”, argumentó, y advirtió: “Se está hiriendo la relación entre la política y la justicia, los métodos por los cuales se pueden romper los procesos democráticos son varios”. “La reducción de la pobreza es un proceso que costó mucho y no está completo, pero creyeron que esos cambios fueron un abuso”, enfatizó Dilma.

Los dirigentes argentinos que se cruzaron con Dilma fueron los sindicalistas Hugo Yasky y Roberto Baradel, el exministro de Educación Daniel Filmus, la intendenta de La Matanza Verónica Magario y el titular del PJ bonaerense Fernando Espinoza y su par nacional, el diputado José Luis Gioja.

“Olé, olé, Dilma, Dilma”, le cantaba el auditorio. “Se agradece la mención por la lucha de los derechos de la mujer. El Ni Una Menos es una manifestación clara, que es la misma lucha de las mujeres de toda América Latina y el 8 de marzo vamos a estar todas juntas, podemos ser diferentes pero no somos desiguales y eso es un elemento fundamental para la construcción de una sociedad democrática”, cerró la presidenta.