Finalmente Donald Trump se salió con la suya y logró que el Senado apruebe la designación del representante republicano John Ratcliffe, cercano al presidente, al frente de la todopoderosa Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), que supervisa y coordina las actividades de la CIA, la NSA y otras 15 agencias.

Así se dio fin a una serie de idas y vueltas sobre los candidatos para asumir en se estratégico cargo.

Ratcliffe coincide con Trump en mantener una posición abiertamente anti China.

La designación de Ratcliffe fue aprobada por un estrecho margen de 49 contra 44 votos, diez meses después de que el mandatario retirara su nominación a la dirección de la DNI.

Trump había anunciado a principios de agosto su intención de nombrar a Ratcliffe para el puesto, pero este antiguo alcalde de un rico suburbio de Dallas y fiscal federal durante un año en 2007, recibió críticas de la oposición demócrata por su falta de experiencia y su devoción hacia el presidente. Entre los republicanos, tampoco concitaba demasiado entusiasmo.

Trump finalmente retiró su nominación, fustigando la «manera muy injusta»a la forma en que Ratdliffe había sido tratado por los medios, que lo acusaron de exagerar su curriculium.

El presidente ordenó entonces a Joseph Maguire, entonces jefe de contraterrorismo, que asumiera de forma interina la jefatura de la DNI tras la salida el 15 de agosto de Dan Coats, con quien mantuvo desacuerdos, en particular sobre Rusia y Corea del Norte.

Maguire se encaminaba a ser confirmado en el cargo, pero en una audiencia ante el Congreso se refirió a la interferencia de Rusia en la campaña de reelección de Trump, provocando la ira del mandatario.

En febrero, Trump anunció el reemplazo de Maguire por Richard Grenell, que se desempeñaba como embajador en Berlín.

Pero Grenell presionó por la salida de varios funcionarios de inteligencia cuya lealtad a Trump se cuestionaba y anunció reorganizaciones sin informar al Congreso de antemano, como correspondía.

Cuando el presidente presentó nuevamente el nombre de Ratcliffe, varios republicanos estimaron que era preferible a Grenell.

Durante su audiencia ante el Congreso a comienzos de mayo, Ratcliffe prometió «decir la verdad» a Trump y presentar informes de inteligencia fidedignos.

China es la “mayor amenaza” que enfrenta EEUUdijo Ratcliffe dos días antes de ser confirmado en el cargo

Tras asegurar que Beijing pretende tomar el lugar de superpotencia que ostenta EEUU, dijo en una audiencia del Senado que, si se confirmbaa su nominación, la comunidad de inteligencia se enfocará en analizar el papel de China en la propagación mundial del coronavirus.Trump, sostuvo en numoross ocasionesue, mientras esté en la Casa Blanca, no permitirá que China se convierta en una “superpotencia”.

A Ratcliffe también le preguntaron si había visto evidencias de que el coronavirus (COVID-19) se originó en un laboratorio en Wuhan, y respondió: “No lo he hecho”.