Al menos 20 personas murieron y otras 26 resultaron heridas en Donetsk, en el este de Ucrania, por un ataque de las tropas ucranianas con un misil balístico táctico Tochka-U, denunciaron las autoridades de esa ciudad separatista rusoparlante. «Según los datos preliminares, en el centro de Donetsk, donde cayeron los restos de un misil táctico Tochka-U, murieron 20 personas», informó el centro de la defensa territorial en su canal de Telegram.

El líder de la denominada «república popular» (y así reconocida por ley por Rusia), Denís Pushilin, aseveró que «hay niños entre los muertos» y que el ataque dejó «26 heridos, incluido un niño». El ataque se produjo, continuó, mientras la gente estaba haciendo cola en una parada de colectivos, recogió la agencia de noticias rusa Sputnik. El misil Tochka-U llevaba una carga de racimo, prohibida, como sabemos», dijo Pushilin, destacando que si el misil no hubiera sido derribado por las fuerzas de Donetsk, habría causado muchas más víctimas.

Donetsk y Lugansk, en la región del Donbass, son las dos ciudades localizadas en territorio ucraniano de población rusoparlante y cultura y ascendencia rusas que vienen reclamando separarse del país que preside Volodimir Zelenski. En 2015 Rusia y Ucrania firmaron en Minsk, Bielorrusia, un acuerdo según el cual las dos ciudades iban a gozar de un régimen de elección propia de autoridades regionales que les iba a dar cierta autonomía política.

Sin embargo, Ucrania no cumplió con su parte y, según Moscú, inició una serie de ataques a esas dos poblaciones que a lo largo de ocho años dejaron un saldo de 14.000 muertos, de acuerdo con cifras de Naciones Unidas. La actual invasión militar de Rusia a Ucrania que entró en su décimo noveno día se originó en las denuncias que Rusia venía haciendo respecto de los crímenes en el Donbass, atizadas por la eventual incorporación de Ucrania a la OTAN.