El Aeropuerto Internacional de Fort Lauderdale-Hollywood, fue blanco de un ataque que esta tarde causó al menos 5 muertos y ocho heridos, y horas después volvió a ser escenario de un nuevo tiroteo,  pese a que las autoridades locales habían reportado la detención del primer atacante.

En medio de especulaciones sobre la existencia de un segundo tirador, la cadena Fox News reportó nuevos disparos en el aeropuerto, esta vez en el garaje situado entre los terminales 1 y 2 que ocurrió mientras continuaba la evacuación de los pasajeros.

Este nuevo tiroteo se produce después de que la alcaldesa del citado Condado de Broward, Barbara Shareif, asegurara que no hay pruebas de que el autor de los disparos, ya detenido por las autoridades, haya «actuado en complicidad con otros».

Sin embargo, la Dirección de Seguridad en el Transporte (TSA) indicó a través de su cuenta oficial en Twitter la existencia de un «tirador activo» en el aeropuerto y reiteró que las instalaciones han sido «cerradas».

Más temprano, la Oficina del Alguacil del Condado de Broward, donde se asienta Fort Lauderdale, confirmó la muerte de cinco personas y que ocho personas más resultaron heridas, varias de gravedad, y fueron transportadas a hospitales cercanos.
Canales de televisión locales mostraron imágenes en las que se ve a agentes de policía parapetados ante el inicio de este nuevo tiroteo, que llevó a decenas de personas que estaban en las pistas a correr para buscar refugio.

Según la alcaldesa de Broward, Barbara Shariff, el supuesto tirador fue arrestado, aunque se desconoce su identidad y los motivos por los que abrió fuego.
No obstante, el senador demócrata Bill Nelson aseguró en declaraciones a la prensa que el tirador detenido es un militar de origen hispano, que su nombre es Esteban Santiago y que ingreso al aeropuerto con una credencial militar, aunque no pudo confirmar si el documento le pertenecía o era de otra persona.
El presidente Barack Obama fue informado de lo que está sucediendo en el aeropuerto de Fort Lauderdale por su asesora de seguridad nacional y lucha antiterrorista, Lisa Mónaco, indicó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional (NSC), Ned Price.

El presidente electo, Donald Trump, dijo a través de Twitter que sigue de cerca la «terrible situación en Florida», y habló con el gobernador del estado, Rick Scott, que ya anunció que se trasladará hasta el aeropuerto de Fort Lauderdale para ser informado en persona.

Aunque en un primer momento se mantuvo la actividad en el aeropuerto, donde continuaron despegando aviones durante el incidente, finalmente las autoridades ordenaron la suspensión de su funcionamiento, mientras que en los cercanos aeródromo y puerto de Miami aumentaron las medidas de vigilancia.
Inicialmente, ante la falta de información oficial sobre la cantidad de víctimas, diferentes medios indicaban que el número de muertos podría ascender a 9, aunque la confirmación oficial la fijó en 5.

El secretario de prensa de la Casa Blanca del ex presidente George Bush, Ari Fleischer, quien se encontraba en esos momentos en el aeropuerto reflejó el caos vivido a través de Twitter: «Se ha oído disparado. Todo el mundo corre», según consignó la agencia de noticias EFE.
El aeropuerto de Fort Lauderdale-Hollywood, al norte de Miami, recibe a más de 27 millones de pasajeros al año y realiza numerosas conexiones a otros puntos de Estados Unidos y el Caribe.