Irán calificó de «repugnante» la reacción del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien al referirse a los atentados de Teherán reivindicados por Estado Islámico afirmó que Teherán cosecha lo que siembra .

El miércoles 13 personas murieron y más de 40 resultaron heridas en sendos ataques contra el Parlamento iraní y el mausoleo del ayatolá Ruhola Jomenei en Teherán. Los autores del ataque ya están identificados, aseguró el jefe de la Inteligencia iraní.

Trump había dicho que Estados Unidos «reza» por las víctimas pero agregó que «los Estados que apoyan al terrorismo se arriesgan a convertirse en víctimas del mal que promueven».

«El comunicado de la Casa Blanca es repugnante en momentos en que los iraníes enfrentan el terror apoyado por los clientes de los estadounidenses», denunció en un tuit el canciller iraní, Mohamad Javad Zarif.

Los seis atacantes «eran iraníes de distintas partes del país que se sumaron al EI», indicó Reza Seifollahi, secretario adjunto del Consejo de Seguridad Nacional Supremo iraní, en declaraciones a la televisión estatal. Estaban armados con rifles y pistolas y al menos dos accionaron chalecos explosivos, informó la prensa iraní.

La policía indicó que cinco personas fueron detenidas alrededor del mausoleo de Jomenei por sospechas de estar implicadas en el ataque, mientras que el ministerio de Inteligencia dijo que un tercer equipo fue detenido antes de que comenzaran los ataques.

El grupo Estado Islámico amenazaba con reclutar en Irán. En marzo difundió un primer video en farsi en el que amenazó con «conquistar Irán y devolverlo a la nación musulmán sunita como era antes».

Los yihadistas sunitas de EI consideran al Irán chiita como apóstata. Teherán participa en la primera línea en la lucha contra el grupo yihadista en Siria e Irak.

Irán tiene una importante población sunita en las zonas fronterizas con Irak y Pakistán, en donde EI espera reclutar.

Los comentarios de Trump también sumaron críticas de los iraníes en las redes sociales, que recordaron la oferta de apoyo del gobierno iraní y las vigilias organizadas en Irán luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.

«Los iraníes encendieron velas por ustedes el 9/11», tuiteó Ali Ghezelbash un analista de negocios iraní.

El presidente de Estados Unidos acusa regularmente a Irán de respaldar el terrorismo y amenaza con dejar sin efecto el acuerdo sobre el programa nuclear sellado en 2015 entre las potencias occidentales y la República Islámica.

Paralelamente, el miércoles el Senado estadounidense adoptó una ley para imponer nuevas sanciones a Irán, en parte por el «apoyo a los actos de terrorismo internacional» de Teherán.

Responsables de seguridad iraníes afirman en cambio que su rival regional, Arabia Saudita, un cercano aliado de Estados Unidos, es responsable de financiar y propagar el extremismo que apuntala a Estado Islámico.

Los Guardianes de la Revolución acusan a Riad y a Washington de estar «implicados» en los ataques del miércoles y esbozaron un paralelismo con la reciente visita de Trump a Arabia Saudita.

Mohamad Hosein Nejat, jefe adjunto de los servicios de inteligencia de los Guardianes de la Revolución, señaló directamente a Arabia Saudita y Estados Unidos, afirmando que estos dos países habían «ordenado a sus marionetas» perpetrar estos atentados

El guía supremo iraní, Ali Jamenei, aseguró el miércoles que estos ataques «no tendrán ningún efecto en la determinación del pueblo iraní».

El Parlamento estaba sesionando cuando se perpetró el ataque y sus miembros quisieron mostrar su determinación continuando con la sesión regular.

Por la noche, en una primera reacción oficial, el presidente iraní, Hasan Rohani, instó a la «unidad y a la cooperación regional e internacional» contra el terrorismo, en un comunicado publicado en la página web de la presidencia.

El Ministerio de Inteligencia iraní reveló este jueves la identidad de cinco atacantes implicados en el doble atentado.

El titular de Inteligencia, Mahmoud Alavi, afirmó que los atacantes «estaban vinculados con grupos wahabíes, takfiríes» que estaban implicados «en los crímenes de Daesh en Mosul y Al Raqa».

El ministro se refirió al autodenominado Estado Islámico, organización terrorista que está proscrita en numerosos países, entre ellos Rusia, y que reclamó el doble ataque del miércoles.

El año pasado, según él, regresaron a Irán para perpetrar ataques en lugares sagrados bajo la dirección de su cabecilla, que se hace llamar Abu Aish.

Según Alavi, los cuerpos de seguridad iraníes desbarataron más de 100 complots terroristas en los últimos dos años.

En la mañana del miércoles, cuatro personas armadas abrieron fuego en la sede del Parlamento iraní en Teherán.

Otro comando terrorista atacó el mausoleo del imán Ruholá Jomeiní, fundador de la República Islámica de Irán.

Seis atacantes fueron abatidos y una mujer, según algunos medios iraníes, fue capturada.

Ambos ataques fueron reivindicados por el grupo terrorista EI.

El doble ataque es el único que EI ha conseguido perpetrar en suelo iraní.