La Cámara de los Comunes aprobó abrir un debate para bloquear mañana la posibilidad de un Brexit sin acuerdo, por 328 votos a 301, lo que significó un duro revés para el primer ministro Boris Johnson y una fractura de la mayoría oficialista en el Parlamento, a poco más de un mes de asumir el cargo y en su primera votación en el Legislativo.

Ni bien terminó la votación, el primer ministro tomó la palabra y lanzó una amenaza a los más de 20 diputados que se rebelaron y se unieron a la oposición: «No quiero elecciones, pero si mañana los diputados votan boicotear un acuerdo y bloquear un brexit sin acuerdo, voy a presentar una moción» para convocar a una elección anticipada el mes próximo, reprodujo un despacho de la agencia EFE.

Johnson aseguró que en esa elección los británicos deberán elegir quién irá a la cumbre de jefes de Estado y gobierno de los países miembros de la Unión Europea (UE) en Bruselas del 17 de octubre y definir el Brexit, antes de la fecha última del 31 de ese mes.

Si va el líder laborista Jeremy Corbyn -argumentó- «hará lo que la UE quiera»; si va él -continuó- conseguirá «un acuerdo».

La advertencia del premier desató una lluvia de aplausos y abucheos, que finalmente fueron tapados por los gritos del presidente de la cámara, el conservador John Bercow, y su enardecida intervención.

«Vivimos en una democracia parlamentaria. No tenemos un presidente, tenemos un primer ministro. Esta cámara no da su consentimiento para irse de la UE sin un acuerdo y no hay una mayoría en el país que apoye un Brexit sin acuerdo», sentenció Bercow, ganándose el aplauso de la mayoría del pleno.

Mañana la Cámara de los Comunes volverá a sesionar para debatir y discutir si frena o no un eventual Brexit sin acuerdo, una opción que Johnson pide mantener abierta.

Tras la votación y la amenaza del premier de convocar a elecciones anticipadas, el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, adelantó ante sus pares que no apoyará una moción para adelantar las elecciones, si antes no se aprobó la resolución que frene un Brexit sin acuerdo.

De esta manera, le contestó al premier, quien dio por descontado que mañana podría alcanzar los dos tercios necesarios para adelantar las elecciones con los votos del Laborismo.

La crisis institucional británica ya entró en un calendario casi imposible dado que el Brexit tiene un plazo máximo por ley: el 31 de octubre.

La Cámara de los Comunes dio hoy el primer paso para aprobar la moción contra el Brexit duro en las dos cámaras del Parlamento antes del fin de semana, al mismo tiempo que Johnson confirmó que mañana intentará conseguir el apoyo de dos tercios del Parlamento para adelantar las elecciones al 14 de octubre.

En paralelo, la semana pasada, en una decisión que desató la actual escalada política y esta última fractura del oficialismo, Johnson había ordenado -y la Reina ratificado- la suspensión de las sesiones del Parlamento entre la semana próxima y el 14 de octubre.

Por eso muchos diputados, incluidos oficialistas, sintieron hoy que debían actuar esta semana, sino volverían a sesionar el 14 de octubre, cuando ya será demasiado tarde para modificar los planes del gobierno con respecto al Brexit.

El peor escenario posible para el primer ministro británico, Boris Johnson, en el Parlamento finalmente se concretó este martes cuando el jefe del gobierno perdió el apoyo de la mayoría de los diputados, apenas horas antes de una votación que podría, además, limitar su poder para salir de la Unión Europea (UE) en octubre sin un acuerdo con el bloque.

«Este no es un proyecto de ley en el sentido normal de la palabra, no tiene precedentes en nuestra historia; es un proyecto de ley que, si es aprobado, me obligará a ir a Bruselas y mendigar por una prórroga, me forzará a aceptar cualquier condición que me pongan, destruirá cualquier posibilidad de negociaciones o de un nuevo acuerdo», afirmó el premier en su discurso ante la Cámara de los Comunes.

«Solo hay una manera de describir este proyecto de ley: es el proyecto de ley de rendición de Jeremy Corbyn, significa izar la bandera blanca», agregó, en referencia al líder de la oposición laborista y a la moción que será votada en las próximas horas.

Mientras el premier hablaba, varios diputados conservadores abandonaban la bancada oficialista, se cruzaban a sentarse junto a colegas opositores y dejaban claro que el jefe el gobierno había perdido su mayoría parlamentaria.

Sus aliados conservadores habían pasado de estar a dos diputados de la mayoría -que alcanzaban con el apoyo del DUP irlandés- a estar a más de 20.

Con esta nueva realidad en el piso de la cámara baja del Parlamento, la oposición y los conservadores ahora definidos por la prensa como «rebeldes» aprobaron discutir y votar hoy mismo una moción de emergencia para frenar la posibilidad de un Brexit sin acuerdo, una posibilidad a la que apostaba Johnson.

El premier asumió a fines de julio pasado luego de que su antecesora y correligionaria, Theresa May, no lograra conseguir que una mayoría de los diputados aprobara su acuerdo para el Brexit firmado con la UE.

El eje de la disputa era el futuro de la frontera entre la República de Irlanda -un Estado miembro de la UE- e Irlanda del Norte, una de las regiones del Reino Unido.

Desde el principio, Johnson dejó abierta la puerta a abandonar la UE sin un acuerdo, si el bloque no aceptaba sus condiciones y, desde que asumió, no presentó públicamente su propuesta de acuerdo para reemplazar al de May.

Acorralado ahora sin mayoría propia, Johnson volvió a negarse a presentar su propuesta para la frontera en la isla irlandesa y aseguró que si el Parlamento aprueba la moción hoy, él perderá capacidad para negociar con la UE en la cumbre de jefes de Estado y gobierno del bloque, el próximo 17 de octubre.

Ayer en medio de una creciente tensión, fuentes no identificadas del gobierno británico amenazaron con convocar mañana a elecciones anticipadas si el Parlamento aprueba hoy la moción para prohibir un Brexit sin acuerdo.

La crisis institucional británica ya entró en un calendario casi imposible dado que el Brexit tiene un plazo máximo por ley: el 31 de octubre.

La oposición laborista ya organizó todo para intentar aprobar en las dos cámaras la moción antes del fin de semana.

Pero, si Johnson cumple con la amenaza que filtraron ayer sus funcionarios, esta misma semana podría intentar conseguir el apoyo de dos tercios del Parlamento para adelantar las elecciones al 14 de octubre.

En paralelo, la semana pasada, en una decisión que desató la actual escalada política y esta última fractura del oficialismo, Johnson había ordenado -y la Reina ratificado- la suspensión de las sesiones del Parlamento entre la semana próxima y el 14 de octubre.

Por eso muchos diputados sintieron que debían actuar esta semana, sino volverían a sesionar el 14 de octubre, cuando ya será demasiado tarde para modificar los planes del gobierno con respecto al Brexit.

En su discurso ante la Cámara de los Comunes, el líder de la oposición, el laborista rechazó los argumentos de que un freno a un Brexit sin acuerdo obstacularizaría las negociaciones con la UE y acusó a Johnson de no tener una propuesta de acuerdo para abandonar el bloque de manera ordenada.

«La gente votó por quedarse e irse de la UE, pero no votaron por cerrar la democracia», sentenció el líder opositor y rechazó la orden gubernamental de suspender el Parlamento hasta mediados de octubre.