Al menos siete personas murieron tras el paso de tornados por el sur de Estados Unidos, informaron los servicios de emergencia y se mantienen las alertas. Además, en la costa oeste se preparan para nuevas lluvias torrenciales el fin de semana, donde el aguacero ya dejó 19 fallecimientos en California. 

En el condado de Autauga, en el centro de Alabama, seis personas murieron a causa de este fenómeno natural, dijo el subdirector de servicios de emergencia, Gary Weaver. La gobernadora de Alabama, Kay Ivey, declaró el estado de emergencia en este y otros cinco condados. 

La ciudad de Selma, en el condado de Dallas, un lugar clave en el movimiento por los derechos civiles de la década de 1960, también está en estado de emergencia tras sufrir «importantes daños», según la alcaldía. Piden evitar desplazarse y mantenerse alejados de las líneas eléctricas caídas.

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El fenómeno continuó en el estado aledaño de Georgia, donde una niña de seis años murió a causa de la caída de un árbol. «Toda nuestra familia está desconsolada por esta tragedia», tuiteó el gobernador del estado, Brian Kemp.

En tanto, las lluvias torrenciales también generan dificultades en la costa oeste. «Las precipitaciones más impactantes permanecerán concentradas en las costas del norte de California y el noroeste del Pacífico hasta el viernes por la noche, luego se ampliarán hacia el sur el sábado y hacia el este el domingo», informó el Servicio Meteorológico Nacional (NWS).

«El norte de California se ha visto afectado por fuertes precipitaciones en las últimas dos semanas, y cualquier lluvia adicional podría representar una amenaza de inundaciones repentinas», agregó.

Se esperan hasta 150 milímetros de lluvia en las próximas 48 horas en los alrededores de Seattle, ciudad del noroeste del país. Algunas zonas del estado de Washington están bajo alerta de avalanchas. 

En el norte de California se pronosticaron hasta 1,8 metros de nieve sobre las montañas entre el viernes y el martes, con vientos de hasta 80 kilómetros por hora. «¡Se desaconseja mucho viajar a la montaña este fin de semana!», advirtió el NWS.

Además, San Francisco vivió sus dos semanas más lluviosas en 150 años, lo que puso a prueba los drenajes de la ciudad, donde las aguas residuales se mezclaron con la escorrentía pluvial. Las tormentas dejaron al menos 19 muertos y entre las víctimas hay conductores que fueron encontrados atrapados en sus automóviles, personas golpeadas por árboles caídos y una pareja muerta en un desprendimiento de rocas.

Tormentas desastres naturales
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