El viernes alrededor de 30 mil palestinos, habitantes de la Franja de Gaza, se movilizaron a la frontera con Israel por la Gran Marcha del Retorno, el ejército israelí respondió con una brutal represión incluyó el uso de armas de fuego letales a través de francotiradores contra los manifestantes civiles que provocaron 16 muertos y más de 1200 heridos.

Las fuerzas israelíes habían desplegado tropas, tanques y francotiradores en la alambrada de separación para evitar que las manifestaciones ingresaran a los territorios ocupados. El gobierno de Israel había anunciado que sus tropas tenían permiso de utilizar este tipo de acciones contra la protesta si se acercaban a 300 metros de la frontera. El jefe del Estado Mayor del ejército israelí, Gadi Eisenkot, confirmó que los soldados tenían orden de disparar “a cualquiera que dañe la infraestructura de seguridad o si hay una amenaza peligrosa”.

La Gran Marcha del Retorno es una jornada que recuerda una confiscación de tierras ocurrida en 1976 que implicó el asesinato de nueve palestinos. Este 2018, las protestas se extenderán por 45 días, hasta el 15 de mayo, fecha en que se conmemoran los setenta años de la creación del Estado de Israel, conocido como Nakba (la catástrofe) en el mundo árabe, que ocasionó éxodo forzoso de unos 750 mil palestinos de las tierras que habitaban.

Organizaciones sociales son las responsables de la organización de las protestas, cuya convocatoria superó el número previsto. El líder de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, declaró este sábado día de luto nacional. El derecho al regreso de los refugiados sigue siendo una reivindicación palestina fundamental y, para los israelíes, un obstáculo mayor a la paz.

Las fuerzas israelíes indicaron que habían disparado con munición real después de que palestinos justo al otro lado de la frontera lanzaran piedras y bombas incendiarias contra los soldados. Sin embargo, las imágenes y videos que circulan en las redes desmienten esa información oficial, ya que muestran como mujeres ondeando banderas y hombres rezando fueron alcanzados por disparos de los francotiradores.

El secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó estar “profundamente preocupado” sobre los disturbios en Gaza y pidió una “investigación independiente y transparente” de los hechos, informó la agencia EFE. Guterres expresó su temor de que la situación en Gaza continúe empeorando en los próximos días y pidió a Israel que sólo utilice la «fuerza letal» como último recurso, en una reunión de urgencia convocada por el Consejo de Seguridad a iniciativa de Kuwait.

Por su parte, Mahmoud Abbas afirmó en un discurso transmitido por la televisión oficial palestina que “Israel es completamente responsable de toda la agresión en Gaza hoy y es totalmente responsable de la muerte de los palestinos”. El estatus de Jerusalén es también un punto importante de crispación, incrementado desde que el presidente estadounidense Donald Trump decidió reconocerla como capital de Israel y trasladar allí la embajada de Estados Unidos.

Los palestinos, y también Turquía, acusaron a Israel de uso desproporcionado de la fuerza, mientras que la Liga árabe tildó de salvaje a la represión israelí. Por su parte, la organización por los derechos de las minorías árabes en Israel, Adalah, condenó el uso de la fuerza por parte del ejército israelí y lo calificó como una violación a la ley internacional. “Los disparos contra civiles desarmados constituye una brutal violación de la obligación legal internacional de distinguir entre civiles y combatientes. Israel está obligado a actuar en concordancia con la ley ”, sentenció la ONG en un comunicado.