Este lunes el grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó dos atentados de los últimos días: en año nuevo murieron 39 personas por tiroteo en una discoteca en Estambul, Turquía, y este lunes un coche bomba en un barrio chiita de Bagdad, Irak, le quitó la vida a al menos 32 personas.

Las víctimas del último atentado son en su mayoría jornaleros que esperaban para ser contratados en una plaza de Ciudad Sadr, un barrio situado en el noreste de Bagdad que ya ha sido escenario de varios atentados mortíferos en el pasado.

Este atentado tuvo lugar pocas horas antes de la llegada a la capital iraquí del presidente francés François Hollande.

Según un coronel de la policía, al menos 32 personas murieron y 61 resultaron heridas en este atentado, el segundo en 48 horas en la capital iraquí.

Asimismo, el grupo yihadista reivindicó la autoría de la matanza de Año Nuevo en la discoteca Reina, a orillas del Bósforo en Estambul, en la que murieron 39 personas, dejando igualmente numerosos heridos.

En un comunicado difundido en las redes sociales, el grupo extremista afirmó que el ataque en el club Reina, una exclusiva discoteca situada a orillas del Bósforo, había sido cometido por uno de los «soldados del califato». Entre las víctimas había numerosos extranjeros, la mayoría originarios de países árabes.

Los equipos de la policía antiterrorista de Estambul detuvieron y encerraron a ocho sospechosos de estar vinculados con el ataque, informó la agencia Dogan sin dar más precisiones.

El atentado de Año Nuevo llega en un momento en que Turquía trata de reconquistar la ciudad de Al Bab, bastión del EI en el norte de Siria, donde Ankara lleva a cabo una ofensiva contra los yihadistas. El domingo aviones turcos y rusos llevaron a cabo nuevos bombardeos contra el EI en la zona.

En su comunicado, el grupo yihadista acusa a Turquía, un país de mayoría musulmana, de haberse aliado con los cristianos, en alusión a la incursión del ejército turco desde hace cuatro meses en el norte de Siria para combatir al EI y las milicias kurdas.

Es la primera vez que el grupo extremista reivindica un atentado en Estambul, pero varios ataques contra turistas cometidos en la metrópolis turca ya le habían sido atribuidos por las autoridades.

Se consiguieron «datos relativos a las huellas digitales y a la apariencia» del asesino, declaró el portavoz del gobierno Numan Kurtulmus, refiriéndose a una «investigación difícil». «Vamos a entrar rápidamente en el proceso de identificación», agregó.

«Seguiremos realizando con determinación operaciones exteriores», declaró el lunes Kurtulmus luego de un Consejo de ministros presidido por el jefe de Estado Recep Erdogan, quien no se ha expresado públicamente después del atentado.

Las familias de las víctimas extranjeras, más de 20, tenían que recuperar el lunes los cuerpos de sus allegados, fallecidos cuando un hombre irrumpió en la discoteca y abrió fuego contra los cientos de personas que estaban celebrando el Año Nuevo.