El fiscal general de Brasil, Rodrigo Janot, denunció este jueves penalmente al presidente Michel Temer por los delitos de obstrucción de la justicia y asociación ilícita, en una causa por desvíos de dinero público y privado por unos 150 millones de dólares, se informó oficialmente.

Las instituciones, nuevamente, están estremecidas en este Brasil de la crisis permanente, esta vez por la segunda denuncia contra Temer, una acusación que enfrentará un desgastante trámite parlamentario, ya que deberá ser sometida a votación en la Cámara de Diputados, que en caso de aceptarla obligará a suspender del cargo por seis meses al jefe del Estado.

En veloz réplica, el gobierno afirmó en un comunicado: «El procurador general sigue su marcha irresponsable para encubrir sus propias fallas. Ignora deliberadamente las delaciones frágiles, la falta de credibilidad de testigos. Intenta crear hechos y pone en riesgo a la delación premiada. Acepta mentiras, es la delación fraudulenta. Ardid, embustes y delitos en general pasaron a ser regla para que se robe la tranquilidad institucional del país. Esta segunda denuncia está plagada de absurdos”.

El comunicado de la presidencia agrega que Janot “habla de pagos en el exterior al presidente sin demostrar la cuenta en otro país, transforma donación legal de campaña en ilícita y mezcla hechos para intentar ganar aires de verdad. Es realismo fantástico en estado puro”.

La primera denuncia por corrupción contra Temer estaba vinculada al pago de sobornos de la empresa de alimentos JBS pero fue rechazada por la mayoría de los diputados en julio.

Esta nueva denuncia del fiscal general que dejará el cargo el domingo involucra la llamada «gavilla del Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB) en la Cámara de Diputados» y también al socio de JBS, Joesley Batista, y Ricardo Saud, quienes perdieron sus beneficios de delatores por haber ocultado información.

Fueron denunciados junto con Temer el jefe de gabinete, Eliseu Padilha, el ministro secretario de la presidencia y responsable de las privatizaciones, Wellington Moreira Franco, y dos ex presidentes de la Cámara de Diputados actualmente detenidos, Eduardo Cunha y Henrique Eduardo Alves.

También está denunciado de formar parte de una organización criminal junto con Temer el ex ministro de Gobierno Geddel Vieira Lima, detenido la semana pasada luego de que se le atribuyeran 16 millones de dólares en un apartamento en Bahía.

Otro es el ex asesor personal de Temer Rodrigo Rocha Loures, quien recibió una valija de 160 mil dólares de parte de JBS, cuyo gerente general, Ricardo Saud, también aparece denunciado.
Temer es acusado de actuar como jefe de la organización delictiva desde mayo de 2016, cuando asumió en forma interina la presidencia tras la suspensión de la luego destituida mandataria Dilma Rousseff.

El presidente está acusado de obstruir la justicia, según Janot, a pagar a través de JBS el silencio de Lucio Funaro, el contrabandista llamado banquero del PMDB que contó a los fiscales esta operatoria al convertirse en un ‘arrepentido’.
El caso fue elevado al Supremo Tribunal Federal -respecto a las personas con fueros- y la aparición de la denuncia había sido anticipada por el propio Temer, que en un comunicado acusó al fiscal Janot de llevar adelante un proceso «contrario al Estado Democrático de Derecho».

Desde que el PMDB de la Cámara de Diputados llegó a una acuerdo con el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva en 2006, según Janot, el grupo de Temer comete delitos en empresas públicas a las que accedió por ser parte del oficialismo parlamentario.

El PMDB calificó en un comunicado como una «irresponsable» a Janot, al recordar que el propio fiscal general está en la mira por haber cerrado el acuerdo con JBS con total impunidad para los delatores.

Batista y Saud, de JBS, cayeron en desgracia al entregar por error un audio en el cual sostienen que el brazo derecho de Janot, el ex subprocurador Marcelo Miller, los guió a hacer la delación, por lo cual luego renunció al Ministerio Público y asumió parte de la defensa de los empresarios.

«Toda la sociedad sigue los actos nada republicanos de estas delaciones. La justicia y la sociedad sabrán demostrar las reales motivaciones de este procurador general», dice el comunicado del PMDB. Janot había anticipado que tenía «flechas» contra Temer.

Esta es la última semana del procurador general en el cargo: el lunes le entregará el mando al frente del Ministerio Público -responsable también por la mega-operación Lava Jato- a Raquel Dodge, la fiscal elegida por Temer.

Así como el PMDB de la Cámara de Diputados denunciado esta vez, el fiscal Janot también la semana pasada denunció al grupo del mismo partido que controla el Senado, entre ellos al ex presidente José Sarney, ex senador.

De igual forma denunció por asociación ilícita a los ex presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff por considerar que los gobiernos de ambos se formaron para desvíar dinero.
El fiscal está en el centro de la escena por el acuerdo firmado por JBS y la responsabildad que tuvo en ayudar a corruptores confesos.

El sábado pasado, Janot fue fotografiado con el abogado del frigorífico más grande del mundo tomando una cerveza en un bar de Brasilia.

El lugar elegido del establecimiento, ambos «camuflados» detrás de cajones de cerveza, levantó sospechas en la prensa, que publicó la fotografía.