Potencias mundiales advirtieron que el mundo es más peligroso luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenara el asesinato del general más poderoso de Irán y pidieron moderación a todas las partes.

Mientras tanto, el precio del barril de petróleo aumentó 4% tras el ataque: según reporta la agencia Bloomberg, el barril de crudo de la variedad WTI escaló 4% a 63,60 dólares mientras que el tipo Brent cotiza a 69 dólares, en medio de amenazas mutuas entre Teherán y Washington.

El bombardeo tras el ataque a la embajada estadounidense en Irak generó preocupación en las principales potencias militares y económicas. En contraste con las críticas de la comunidad internacional, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, elogió a Trump.

China, Rusia y Francia, todos miembros permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, dijeron que veían el ataque con suma preocupación.

«Nos estamos levantando en un mundo más peligroso. La escalada militar siempre es peligrosa», dijo la secretaria de Estado para Asuntos Europeos francesa, Amelie de Montchalin, a la radio RTL de Francia.

«Cuando se realizan estas acciones, estas operaciones, vemos que la escalada está en camino», agregó.

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(Foto: AFP)

La Cancillería de Rusia, a través de un diplomático no identificado citado por la agencia de noticias estatal TASS, condenó el asesinato como «una acción aventurada que derivará en crecientes tensiones a lo largo de toda la región».

China dijo que estaba «altamente preocupada». «Hay que preservar la paz en Medio Oriente y la región del Golfo» pérsico, dijo el vocero de la Cancillería china Geng Shuang.

«Urgimos a todas las partes involucradas, especialmente Estados Unidos, a mantener la calma y la moderación y evitar una mayor escalada de tensiones», agregó.

La ministra francesa Montchalin indicó que ya estaban en marcha urgentes esfuerzos diplomáticos para tratar de distender la situación. El presidente francés, Emmanuel Macron, y su canciller estaban contactando a «todos los actores de la región», dijo.

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Para Netanyahu, sin embargo, el presidente estadounidense actuó «con rapidez, fuerza y decisión”, en su mensaje de respalda a la actuación de Trump.

El premier, que tenía previsto viajar a Chipre tras participar ayer de una cumbre en Atenas, debió adelantar el retorno a su país ante la amenaza de una reacción violenta de grupos vinculados a Irán tras la eliminación de Soleimani.

El Ejército israelí ordenó el cierre de una estación de esquí en el Monte Hermón, en los Altos del Golán, la meseta siria ocupada por Israel, pero no anunció haber tomado otras precauciones.

Medios israelíes informaron que el Ministerio de Relaciones Exteriores elevó la seguridad en embajadas y delegaciones en todo el mundo.

El movimiento islamista palestino Hamas, que controla la Franja de Gaza y es aliado de Irán, condenó el asesinato de Soleimaini y responsabilizó a Washington del derramamiento de sangre en la región por su «comportamiento agresivo que fomenta conflictos».

En el Líbano, el líder del grupo Hezbollah -otro aliado de Irán-, Hasan Nasrallah, prometió «vengar a los asesinos» del general iraní.

El canciller británico, Dominic Raab, pidió calma y dijo que un «conflicto mayor no está en el interés de ninguno de nosotros», en un comunicado en el que ni apoyó ni condenó el ataque estadounidense.

El Reino Unido respalda siempre las acciones de Estados Unidos en Medio Oriente.

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Alemania, por su parte, dijo que la situación en Medio Oriente llegó a un «punto peligroso» y que los conflictos en la región solo pueden resolverse con la diplomacia.

La Cancillería de Siria condenó lo que calificó de «agresión criminal y traicionera» de Estados Unidos y advirtió de una «escalada peligrosa» en la región.

Una de las máximas autoridades de la Unión Europea (UE), Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, dijo que había riesgo de un «brote de violencia generalizada en toda la región».

Anwar Gargash, ministro de Estado para Asuntos Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos, un país aliado de Estados Unidos y ubicado frente a Irán, al otro lado del Golfo Pérsico, pidió un «enfoque calmo, libre de emociones».