Me suena razonable que Brasil sea uno de los lugares donde se pruebe la vacuna. Si pensara en hacer un ensayo clinico para una vacuna en análisis, pensaría en un país que en primer lugar estuviera en una fase de crecimiento de las infecciones y en segundo lugar, que tuviera capacidad de evaluación, estudio y análisis, esto es, un aparato científico que permitiera llevar a cabo el ensayo clínico. Brasil lo tiene, a pesar del intento deliberado, en los últimos años, de desmantelarlo y destruirlo, pero tiene capacidad de reacción y tiene cómo llevar adelante una investigación. Hay otros países que tienen muchos casos, pero no la capacidad científica, técnica y de producción de una potencial vacuna. Brasil tiene hoy unos índices de pobreza alarmantes, que lo ubican en los primeros puestos de los ránkings mundiales en términos de desigualdad, pero a su vez, tiene un enorme aparato científico y de desarrollo. Por ejemplo, tranquilamente la Fundação Oswaldo Cruz y el Instituto Butantan (institutos más importantes de capacitación, investigación y desarrollo y producción de insumos de salud) podrían fabricar cientos de miles de vacunas.

Países como Inglaterra suelen utilizar países del tercer mundo, de Latinoamérica, Africa o Asia para realizar ensayos clinicos, pero también es verdad que tanto Brasil como Sudáfrica son países muy importantes para ser considerados. Si nos remitimos a la pandemia del HIV en los años 90sfueron países que proactivamente, lucharon contra las grandes empresas y quebraron patentes para desarrollar antivirales patentados por las grandes farmaceúticas y garantizar así la salud de su población.