Sin sorpresas y tal como anticiparon los distintos partidos, el candidato del Partido Popular (PP) no alcanzó la mayoría absoluta de 176 diputados que necesitaba para revalidar el cargo, y la incertidumbre ya que la votación se mantiene hasta este viernes. Si este resultado se repite, habrá una tercera elección en menos de un año en España, todo un símbolo de una crisis política que no parece tener final cerca.

El miércoles, el oficialismo terminó con 170 votos a favor y 180 en contra. A favor de Rajoy votaron sus 137 diputados y los 32 de Ciudadanos, con los que el PP llegó a un acuerdo de investidura, más la diputada de Coalición Canaria, mientras el resto del arco parlamentario votó en contra, entre ellos el PSOE, Unidos Podemos, nacionalistas vascos e independentistas catalanes.

Este viernes no antes de las 20 hora local (15 de Argentina), se producirá la segunda votación, en la que a Rajoy le bastaría con alcanzar la mayoría simple, es decir, más votos a favor que en contra de los presentes. Sin embargo, todo indica que el aspirante conservador tampoco logrará superar esa votación, ya que su única opción es lograr la abstención del PSOE y el líder socialista Pedro Sánchez, dejó claro que no se moverá del “no”, con un duro discurso en el que acabó prácticamente con cualquier esperanza de que se produzca un acercamiento con el PP.

«Sus mentiras de hoy y de ayer y su no asunción de responsabilidades políticas avalan nuestra absoluta desconfianza hacia usted y por eso votaremos en contra. Una investidura no puede sobreseer la corrupción», dijo, punzante, Sánchez, quien inauguró la segunda sesión de debate. «La suma letal de corrupción, mala gestión y recortes no desaparece con la investidura. Los causantes de los problemas no pueden ser los que los resuelvan con las mismas políticas», subrayó.

«Su gestión se resume en una palabra: recortes», enfatizó Sánchez, quien insistió en que el programa del PSOE es «una enmienda a la totalidad de las políticas del PP», de ahí que sea la alternativa y Rajoy no pueda pedir su apoyo o que facilite su investidura.

Además, Sánchez subrayó que el líder del PP volverá a engañar a los españoles ya que «la mentira de mañana es una promesa de nuevas bajadas de impuestos», en referencia a uno de los compromisos del pacto del PP y Ciudadanos que le permitió llegar a la sesión de investidura con 170 votos a favor, aunque insuficientes para resultar electo, tanto en primera como en segunda votación.

En cuanto a la corrupción, el líder socialista recordó los polémicos SMS de Rajoy al imputado ex tesorero del PP, Luis Bárcenas, y señaló que es necesario «un gobierno que impida la corrupción extendida en torno a usted y que su gobierno ha protegido y amparado con alevosía».

«El problema no es que los socialista no confiemos en usted, el problema es que usted no es de fiar», sentenció. En su turno de réplica, Rajoy recurrió a la ironía y al humor para procesar las incisivas palabras de Sánchez: «No abuse, con que me diga ‘no’ es suficiente, no hace falta que intente argumentarlo», lanzó. Rajoy remarcó que lo que quiere Sánchez «es bloquear» su reelección y que intenta justificarlo diciendo que el PP es «la quinta esencia de todos los males», pero que su partido, paradójicamente, tiene más escaños que el PSOE.

«El único que va a pasar a la historia por este debate es usted porque es el que va a provocar que por tercera vez en un año tengamos que celebrar elecciones generales en España», zanjó Rajoy. El veto de los socialistas impedirá que Rajoy revalide su cargo en la primera votación de investidura de esta tarde, ya que se quedará a seis votos de la mayoría absoluta de 176 diputados que necesita en un Parlamento de 350 bancas.

Tras el entrenamiento de Sánchez y Rajoy, que revivió los históricos «cara a cara» que dominaron la política española durante casi cuatro décadas de hegemonía del PP y el PSOE, intervino Iglesias, quien censuró las políticas de ajuste de los conservadores, el pacto alcanzado por el PP con los liberales de Ciudadanos y tendió su mano al PSOE para que intente un gobierno alternativo con «todos» los que votan «no» a Rajoy. «Contra el PP somos de fiar, decídase señor Sánchez», aseguró el referente de la tercera fuerza en el Congreso de los Diputados, que acusó a Rajoy de haber «naturalizado la corrupción». «Es mentira que vayan a combatir al corrupción, ustedes son la corrupción», sostuvo.

A su turno, Albert Rivera, socio de investidura de Rajoy, justificó el apoyo de Ciudadanos al dirigente conservador afirmando que prefería un presidente de consenso pero «antes de dejar a España sin gobierno y sin presupuestos» elige «que gobierne la lista más votada con condiciones del partido de centro de esta Cámara».

«No nos gusta que el partido que va a gobernar esté inmerso en un proceso por corrupción. Pero, ¿qué hacemos? ¿qué quieren, terceras elecciones, cuartas?», sostuvo. «Lamentablemente no hay una alternativa, por eso les ponemos un corsé y pedimos al PP que firmaran seis condiciones contra la corrupción» porque «no nos fiamos», remarcó Rivera, quien pidió al PSOE que pase a la abstención, permita a Rajoy gobernar y se sume legislando desde la opción.

El bloqueo político en el que se haya España desde hace ocho meses es resultado de dos elecciones generales consecutivas en las que Rajoy se impuso pero sin mayoría suficiente como para gobernar en solitario, ni consiguió forjar acuerdos que le garanticen la mayoría parlamentaria que necesita para ser investido como presidente.

Tras los comicios del 20 de diciembre del año pasado, el líder del PP dio un paso al costado y Sánchez hizo el primer intento de formar gobierno, que se frustró por el voto negativo del PP y Podemos, pese a que también llegó a un acuerdo con Ciudadanos, lo que desembocó en la repetición de los comicios, el 26 de junio. A partir de hoy comienza a correr el “reloj de la democracia”, el plazo de dos meses que tienen los partidos políticos españoles para llegar a un acuerdo antes de que de forma automática se convoquen unas nuevas elecciones generales, las terceras consecutivas, algo inédito en democracia.