Los españoles irán a las urnas hoy por cuarta vez en cuatro años en unas elecciones legislativas que, según se vislumbra, sólo se diferenciarán de las de abril por el explosivo crecimiento del ulraderechista Vox que podría duplicar sus 24 bancas en el Parlamento, de 350, y convertirse en la tercera fuerza del país detrás del PSOE y del Partido Popular (PP) desbancando al progresista Podemos. Los sondeos pronostican una victoria sin mayoría absoluta del actual presidente, el socialista Pedro Sánchez.

El crecimiento de Vox es utilizado por Sánchez para movilizar el voto de izquierda, como ya hiciera en abril, cuando ganó las legislativas sin mayoría absoluta. «Lo que tenemos que hacer los votantes progresistas es movilizarnos el 10 de noviembre y frenar a la ultraderecha con nuestro voto», dijo el viernes.

Sánchez achacó a sus rivales de derecha, el PP y Ciudadanos, su cercanía con Vox, gracias al cual ya gobiernan las regiones de Madrid y Andalucía, y la alcaldía de la capital. Como sucede desde 2015, cuando voló por los aires el tradicional bipartidismo PP/PSOE, las elecciones de hoy estarán marcadas por una gran fragmentación. Concurren tres partidos de derecha, tres de izquierda (PSOE, Podemos y una escisión de este último, Más País, liderada por el disidente Iñigo Errejón), además de tres partidos separatistas catalanes y dos partidos vascos, además de otras formaciones regionales.

Sánchez cerró la campaña con un acto en Barcelona; Pablo Casado, líder del PP, Pablo Iglesias, de Podemos, y Santiago Abascal, de Vox, lo hicieron en Madrid.

Los sondeos no le dan mayoría, fijada en 176 escaños, ni al bloque de derecha ni al de izquierda, lo que hace presagiar que persistirá el bloqueo político en el Parlameno que rige desde abril.

Tras esos comicios, el PSOE y Podemos fracasaron en su intento de formar un gobierno de coalición, lo que terminó por precipitar la repetición electoral de hoy.

Aquel fiasco prolongó una situación de bloqueo político que se hizo crónico, y por la que apenas se legisla en el Parlamento. Prueba de ello es que el presupuesto en vigor es el de 2018, elaborado por el anterior gobierno conservador del PP.