Bruselas, Bélgica

La Comisión Europea urgió este lunes a Brasil a que retire «de inmediato» de la lista de establecimientos autorizados a exportar a la Unión Europea a los frigoríficos involucrados en el escándalo de la carne averiada.

«Hemos pedido a Brasil que elimine de inmediato a los establecimientos implicados en el escándalo de la lista aprobada por la UE», dijo a los periodistas el portavoz de la Comisión Europea, Enrico Brivio.

La UE pidió además a Brasil que suspendiera «la certificación de estos establecimientos durante el proceso de exclusión de la lista», añadió el vocero del ejecutivo comunitario.

En concreto, de los 21 frigoríficos implicados en el escándalo destapado por la policía federal brasileña, cuatro tenían el permiso de exportar a los 28 países del bloque europeo.

La policía brasileña reveló el viernes que inspectores sanitarios supuestamente recibían sobornos de los frigoríficos para autorizar la venta de alimentos no aptos para el consumo.

Más de 30 personas fueron detenidas hasta el momento, tres frigoríficos fueron clausurados temporalmente y 21 se hallan bajo investigación. Entre los sospechosos figuran empresas como JBS, BFR y Peccin, pesos pesados del país, primer exportador mundial de carne bovina y avícola.

El escándalo saltó a la luz pública días antes del inicio de una ronda de negociaciones este lunes en Buenos Aires entre los países de Mercosur, bloque al que pertenece Brasil, y la UE, para tratar de lograr un acuerdo de libre comercio.

Algunos países de la UE, entre ellos Francia, ya expresaron sus preocupaciones por el impacto en el sector agrícola de este acuerdo comercial, cuyas primeras conversaciones se remontan a 1999 y se reanudaron en 2010 tras un parón de varios años. China y Corea ya suspendieron compras de carnes al gigante sudamericano.

El presidente de Brasil, Michel Temer, y su gobierno en tanto, salieron a calmar a los consumidores locales y extranjeros. El propio mandatario, en una actividad inusual recibió el domingo en el palacio presidencial del Planalto a una veintena de embajadores de países que importan carne brasileña.

Temer garantizó a los diplomáticos que las investigaciones permitieron desarticular un “pequeño” grupo responsable de las supuestas adulteraciones y subrayó que los controles sanitarios que se aplican en el país “han sido reconocidos por todos los importadores”.

El jefe del Estado aseguró que solo están bajo sospecha 21 de 4.837 empresas procesadoras de carne, así como unos 30 sobre más de 10.000 fiscales de vigilancia sanitaria, consignó la agencia de noticias EFE.

Asimismo, remarcó que apenas 184 de 853.000 embarques de carne “tuvieron problemas, aunque por causa de los rótulos o asuntos menores, pero en ningún caso por su calidad”.

Acompañado por representantes de ocho ministerios, de la Policía Federal y de varias cámaras empresariales, Temer afirmó que desde que se conoció el caso se reforzaron todos los controles sanitarios y aumentó la cantidad de inspecciones a plantas industriales.

Además, dijo a los visitantes que las instalaciones de todos los frigoríficos del país “están abiertas para inspecciones o visitas de los países importadores”, consignaron las agencias de noticias DPA y EFE.

Al menos 25 ejecutivos de cinco frigoríficos fueron detenidos por la Policía Federal, igual que fiscales del Ministerio de Agricultura, acusados de adulterar carnes no aptas para consumo para venderlas, se informó el viernes pasado.

Los detenidos eran parte de una red de la que formaban parte los principales frigoríficos de Brasil y que presuntamente sobornaba a funcionarios del gobierno.

“La red de corrupción abastecía sobornos para el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB, gobernante) y al Partido Progresista”, dijo en conferencia de prensa Mauricio Grillo, de la Policía Federal, que bautizó al operativo como “Carne Débil”..