El presidente Evo Morales lideraba el conteo en las elecciones presidenciales de este domingo en Bolivia con el 45,28% de los votos, seguido por el exgobernante opositor Carlos Mesa, con el 38,16%, lo que vislumbra una segunda vuelta por primera vez en la historia del país.

En un escenario de polarización, el balotaje quedaría convertido en una suerte de referéndum para Morales sobre sus casi 14 años de gobierno, según deslizó Mesa en un encuentro con la prensa donde calificó de «triunfo incuestionable» su pase a segunda vuelta.

Morales celebró su victoria en las elecciones del domingo en Bolivia, en las que obtuvo el 45,28% de los votos contra 38,16% del xgobernante opositor Carlos Mesa, aunque evitó referirse a una eventual segunda vuelta en diciembre próximo.

«El pueblo boliviano se ha impuesto para continuar con el proceso de cambio (política oficialista)», dijo el mandatario en la casona presidencial en la Plaza de Armas, en La Paz. La ley establece que un candidato gana en primera vuelta si supera el 50% más uno de los votos u obtiene el 40%, con 10 puntos de diferencia sobre el segundo.

A partir de este momento, Bolivia tendrá que escoger entre dos opciones para la presidencia del país (..), el país conoce perfectamente cuál es el camino de la construcción democrática», sostuvo por su parte Mesa. 

La segunda vuelta está convocada para el próximo 15 de diciembre y la transferencia de mando para el 22 de enero de 2020.

«Esa será una elección en la que se juega el destino de Bolivia», señaló Mesa, tras conocerse el 84% de actas escrutadas, entregadas por la presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE), María Eugenia Choque.

«Si hay una segunda vuelta se transforma en referéndum», dijo a la AFP Gaspard Estrada, especialista en América Latina de la Ciencias Políticas de París.

Jornada tranquila

A pesar de la polarización del voto, la jornada electoral boliviana concluyó en calma en estos reñidos comicios en los que los bolivianos deben definir si prolongan hasta 2025 el mandato de Evo Morales, en el poder desde 2006, u optan por cambiar a su primer presidente indígena de izquierda.

Tras el cierre de centros de votación a las 16H00 locales (20H00 GMT), el vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral, Antonio Costas, dijo que hubo «una concurrencia importante de la ciudadanía» y celebró que el comicio haya transcurrido «con tranquilidad».

Mesa, el único de los ocho candidatos opositores a la presidencia que podía hacer tropezar a Morales, había expresado después de sufragar sus temores de fraude. «No confío en la transparencia del proceso (electoral), el Tribunal Supremo Electoral nos ha demostrado que es un brazo operativo del gobierno, nuestra desconfianza es muy alta», afirmó.

«Necesitamos conseguir que haya cambio. Creo que cualquier partido, por más bueno que sea, al igual que en cualquier sociedad, si se mantiene por mucho tiempo, se corrompe y eso sucede en nuestro caso», dijo a AFP Tania Villaroel López, estudiante de ingeniería industrial de 22 años.

Por otro lado, Milton Quispe, estudiante de 30 años, dijo que votaría a «Evo porque se ha ocupado de los pobres. Él ha sabido darnos dignidad», apuntó.

Llamados a «rebelión»

Morales, que ha ganado todas sus elecciones anteriores sin necesidad de balotaje, venía precedido de sus logros sociales y económicos pero también salpicado por escándalos de corrupción y acusaciones de tomar una deriva autoritaria. Por primera vez desde 2006, no estaba cantada una victoria abrumadora para él en primera vuelta.

La decisión de Morales de postularse para un cuarto mandato ha sido fuertemente criticada por la oposición, que cree que el país podría caer en la autocracia.

En febrero de 2016, los bolivianos le dijeron «no» a una nueva reelección de Morales en un referéndum para cambiar la Constitución, que solo permite dos mandatos. Sin embargo, un año después esa decisión fue anulada por una polémica sentencia de la Corte Constitucional.

Tanto los militantes del partido oficialista MAS de Morales como de la oposición, algunos de cuyos sectores han llamado a la «rebelión», habían prometido salir a la calle en caso de victoria del lado opuesto.

Morales hizo campaña sobre su éxito económico, al mantener un alto crecimiento, una fuerte reducción de la pobreza y un nivel récord de reservas internacionales, que convirtió a Bolivia en uno de los países con la mejor tasa de crecimiento de la región.

Pero «el modelo económico boliviano (basado en la explotación de materias primas), que ha funcionado durante años, ya no es sostenible», advirtió Michael Shifter, del grupo de expertos Diálogo Interamericano en Washington.

Además, los enormes incendios que devastaron un área casi del tamaño de Suiza en agosto y septiembre provocaron la indignación de los pueblos indígenas que acusan a Morales de haber sacrificado la Pachamama (Madre Tierra en quechua), para extender la frontera agrícola y aumentar la producción de carne destinada a China.

Además de presidente y vicepresidente, los 7,3 millones de electores eligieron a 166 parlamentarios.

El mandatario Evo Morales encabeza las elecciones presidenciales de este domingo en Bolivia con el 45,28% de los votos, seguido por el exgobernante opositor Carlos Mesa, con el 38,16%, lo que vislumbra una segunda vuelta por primera vez en la historia del país.

Con casi el 84% de actas escrutadas, la presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE), María Eugenia Choque, ofreció el primer informe de la institución cerca de las 20H00 locales (00H00 GMT del lunes), sobre el resultado mediante el conteo rápido.

Según los primeros resultados oficiales, se vislumbra una segunda vuelta entre Morales, que busca un cuarto mandato, y Mesa, prevista para el próximo 15 de diciembre.

Electo el primer presidente indígena de Bolivia en 2005, Morales ha ganado todas sus elecciones anteriores en la primera vuelta.

Los militantes de Comunidad Ciudadana, el partido del centrista Mesa, celebraban en La Paz como un triunfo estos resultados porque hicieron campaña para lograr una segunda vuelta, aunque expresaron su desconfianza en las instituciones electorales, acusándolas de estar parcializadas por Morales.

En tercera posición figura de manera sorpresiva el pastor evangélico, nacido en Corea del Sur, Chi Hyun Chung, con el 8,77%, conocido como el «Bolsonaro boliviano», y en cuarto el senador opositor Óscar Ortiz (4,41%).