Ricardo Patiño da la entrevista vía skype desde una locación que no revela. El excanciller y dirigente ecuatoriano de Revolución Ciudadana (RC), espacio que lidera el expresidente Rafael Correa, prefiere mantener aún bajo reserva el lugar en el que se encuentra. “No quiero que el gobierno pueda continuar con su persecución afuera del país hasta no tener normalizada mi situación migratoria”, dice a Tiempo

Salió del Ecuador cuando era inminente un pedido de detención en su contra acusado de “instigación”, por haber arengado a la militancia en un acto a combatir las políticas de Lenin Moreno, claramente opuestas a lo que se había prometido en campaña, cuando todavía se mostraba como aliado y continuador de Correa. La acusación contra el dirigente que en los últimos meses ha tenido un alto perfil en el debate político contra el morenismo está considerada por todo su espacio como parte de la persecución hacia sus representantes, incluido Correa quien se encuentra exiliado en Bélgica sin retorno posible a la vista, a menos que haya un cambio político importante. Patiño avizora para sí un futuro similar.

“Hay una evidente persecución”, advierte. “Se ha producido una supuesta acción judicial que es absolutamente ilegal, pero que forma parte de una persecución de estilo neofascista, contra aquellas personas que hemos sido parte del gobierno de Rafael Correa en los últimos años. Hasta lo dicen públicamente: todo lo que es correísmo hay que liquidarlo y encarcelar a todos, inventándose que ha habido miles de actos de corrupción, cuando lo que ha habido fueron actos contados con los dedos de la mano y a esas personas ni Correa ni nadie los protegió”.

-¿Por eso es que quieren ampliar el delito de instigación hacia otros dirigentes, incluso el propio Correa, por esa imposibilidad de encontrar causas más concretas?

-Ellos intentaron a toda costa involucrarnos en temas de corrupción y no han podido, ni al presidente Correa ni a mí. Me han investigado el patrimonio durante dos años, todas las acciones que desempeñé durante diez años como ministro en cinco carteras de Estado y no van a encontrar nada porque no hay nada. Entonces han tenido que forzar ya su poco intelecto para tratar de encontrar algo en lo penal, y lo hacen por un discurso en un acto de militancia en un local, ni siquiera en la calle. Donde dije que tenemos que salir a la calle, por supuesto, para luchar, para que no sean conculcados los derechos que la gente llegó a tener en nuestro gobierno y que están en nuestra Constitución. Por esa razón están pretendiendo encarcelarnos.

-También se cuestiona a la jueza Beatriz Benítez que se negó a detenerlo porque argumentó que usted siempre se ajustó a derecho, ¿ya había sido citado por la causa?

-Me había presentado en dos ocasiones. Eso lo afirma la jueza Benítez. Le dijeron a la jueza que me ordenara la prisión para favorecer la investigación, ella dijo que no estaba demostrado que yo me hubiera negado. Hizo lo que la ley dice, no se puede meter al alguien preso porque a otro se le da la gana. Sin embargo a ella la acusan de permitir “la fuga de Patiño”, cuando en el momento en que yo me fui del país no tenía ninguna orden de captura.

-Tras la detención de Julian Assange usted estuvo liderando la estrategia de presentarlo como un acto contra la libertad de expresión, luego se produce el pedido de detención. ¿Hay conexión entre estos hechos?

-Absoluta. Ellos después de entregar a Assange me incluyen a mí en el tema. Ese mismo día la ministra del Interior se inventa una supuesta relación mía con hackers europeos y han pasado dos semanas y todavía no se demuestra siquiera que los conozco. Pero han lanzado que estoy confabulado con hackers para desestabilizar al gobierno.

-¿Por qué cree que le toca a usted con tanto énfasis ser blanco de causas judiciales?

En el Ecuador, en el equipo de RC, hay algunos nombres que hemos estado en posiciones de dirección. Rafael Correa, Jorge Glas (preso por un supuesto caso de corrupción vinculado a Odebretch). Hoy en el proyecto de RC yo he sido quien, junto con Gabriela Rivadeneira, Virgilio Hernández, Paola Pavón, y otros compañeros más hemos estado al frente. De alguna manera somos las figuras más representativas del movimiento y ellos creen que si nos apartan, nos encarcelan, nuestras bases se van a asustar o van a dejar de estar en la lucha política, y esto no va a pasar.

-¿Usted se ve en un exilio largo como el expresidente Correa?

-Sinceramente espero que no, que como le corresponde a un traidor pronto tenga que irse a su casa. Creo que el pueblo ecuatoriano ya está harto de él (Moreno), todavía no cumplió dos años y su nivel de credibilidad y aceptación está entre el 10 y el 15%, yo creo que se irá.

-¿Pero de eso depende que usted pueda volver a Ecuador?

-Y sí, por el nivel de persecución política que ha construido ese presidente, que de alguna manera tiene a los jueces asustados, presionados y perseguidos, como a la jueza Benítez, basta ver las entrevistas que le han hecho. En la medida en que el gobierno cambie, la persecución contra los jueces va a cambiar y posiblemente ellos puedan actuar de una manera más objetiva.