Brasilia

El máximo tribunal electoral de Brasil pospuso por tiempo indeterminado el juicio por supuestas irregularidades en las cuentas de campaña de la fórmula ganadora Rousseff-Temer en 2014, por el cual el presidente Michel Temer podría perder su cargo, para aumentar el plazo de las defensas y escuchar a nuevos testigos.

Sólo dos horas después de haber iniciado el juicio, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) resolvió por mayoría aceptar las primeras apelaciones de la defensa de la ex mandataria Dilma Rousseff y concederle un plazo de cinco días para los alegatos finales, en lugar de los dos previstos inicialmente, y habilitar la audiencia de nuevos testimonios, lo que llevó a la inmediata suspensión del proceso, reportó la agencia de noticias ANSA.

La «Acción de Investigación Judicial Electoral 194358», según su denominación oficial, acusa tanto a Rousseff como a Temer por presunto abuso de poder y económico y fraude en la campaña de 2014, en la que ambos fueron reelegidos -ella como mandataria y él como vicepresidente-, al haber presuntamente recibido ilegalmente alrededor de 34 millones de dólares de parte de la constructora Odebrecht.

La fiscalía reclama el fin del mandato de Temer por abuso de poder económico y pide la inhabilitación electoral por ocho años de Rousseff, destituida el año pasado en un juicio político que ella califica como golpe parlamentario de su ex vicepresidente. «El proceso vuelve al momento de la instrucción, que se había terminado, pero hoy aceptaron reabrirla para escuchar nuevos testigos.

El caso se reabre cuando el instructor Herman Benjamin lo decida, no existen plazos», explicó un portavoz del TSE ante una consulta de Télam. El juez instructor, Herman Benjamin, autor de un informe de 1.086 páginas sobre el caso, se opuso originalmente a las demandas de la defensa, argumentando que la corte «no puede hacer un juicio sin fin, no puede llamar a Adán, a Eva y a la serpiente».

No obstante, terminó plegándose a la mayoría y cediendo frente a los pedidos de la defensa de Rousseff, enemistada abiertamente con Temer desde su destitución pero que hoy terminó favoreciendo al actual mandatario al quedar la causa sin fecha exacta para su reinicio, informó la agencia de noticias EFE.

Según el presidente del tribunal, Gilmar Mendes, el plazo de cinco días para los alegatos finales comenzará a correr después de que el TSE escuche los nuevos testimonios. Entre ellos, los del ex ministro de Hacienda Guido Mantega y los publicistas João Santana y Mônica Moura, quienes asesoraban la campaña presidencial de la fórmula conformada por el Partido de los Trabajadores (PT) y el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).

De todos modos, el proceso no se reanudará hasta mayo, debido a una serie de viajes programados de Mendes, indicó la agencia DPA.

Esta prórroga indeterminada posterga la posibilidad de que Temer sea desalojado del poder que heredó con la destitución de Rousseff. El mandatario recibió con «tranquilidad» la decisión del Tribunal, según reprodujo ANSA.

La estrategia de sus abogados es aplazar el proceso lo máximo posible y apelar cualquier dictamen adverso para que el caso no se decida hasta después de los próximos comicios presidenciales de octubre de 2018, impidiendo así su salida del cargo.

Si Temer fuese destituido, el Congreso brasileño debería elegir a un nuevo presidente para completar el período que acaba el 1 de enero de 2019. Llegado el caso, sería la primera vez en la historia que dos presidentes brasileños son destituidos durante el mismo período, hecho que podría ahondar aún más la profunda crisis política en la que se ha sumergido el país en los últimos tres años, desde que comenzó la investigación sobre la trama corrupta en la estatal Petrobras.

Por su parte, el ex presidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), del PSDB y aliado de Temer, manifestó su oposición a este tipo de proceso, aunque inicialmente su candidato, Aecio Neves, lo haya presentado luego de haber perdido las elecciones. «Brasil está hace mucho tiempo con incertidumbre.

La percepción de los inversores, es que si hay otro problema en Brasil ellos dan un paso atrás», dijo Cardoso a la radio CBN, donde calificó a este juicio como un elemento que suma «más confusión» porque puede desembocar en la elección de un presidente nuevo y por poco tiempo. El PSDB pidió separar a Temer de Rousseff de la contabilidad de campaña para poder sostener al gobierno actual.