El presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció la independencia de dos provincias separatistas y rusoparlantes del este de Ucrania que son fronterizas con Rusia y dicen estar bajo asedio del Ejército ucraniano, una decisión que eleva aún más altas tensiones con Occidente. Putin comunicó su decisión sobre las provincias de Donetsk y Lugansk a los gobernantes de Francia y Alemania, Emmanuel Macron y Olaf Scholz respectivamente, quienes se manifestaron «decepcionados», según un comunicado del Kremlin citado por las agencias de noticias rusas Sputnik y Ria Novosti.

«En breve se firmará un decreto a tal efecto», dijo la Presidencia rusa. Estados Unidos, la ONU y la Unión Europea (UE) condenaron la decisión de Putin, en tanto que la UE amenazó con aplicar nuevas sanciones a Rusia. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, anunció la convocatoria inminente del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional.

Desde hace semanas, Estados Unidos afirma que Rusia planea invadir Ucrania con decenas de miles de soldados que ha desplegado en la frontera común, pese a la negativa de Moscú, que sostiene que las tropas participan de maniobras y que tiene derecho a cualquier movilización dentro de su territorio. Las tensiones parecieron disminuir la semana pasada, cuando Putin anunció un repliegue parcial de las tropas, pero volvieron a crecer desde el jueves por un incremento de las hostilidades entre el Ejército ucraniano y fuerzas de las provincias separatistas, donde se habla ruso.

Más de 14.000 personas han muerto por el conflicto con Donetsk y Lugansk, que se proclamaron independientes en 2014 en rechazo del violento derrocamiento del entonces gobierno ucraniano -afín a Rusia- por una ola de protestas, y su sustitución por otro antirruso y prooccidental.

Rusia, que apoya las afirmaciones de los separatistas, acusa a Ucrania de no querer cumplir un acuerdo para la solución del conflicto firmado en 2015 en Minsk, por el cual debería dar autonomía a las provincias y amnistiar a los rebeldes.

Además, sostiene que constantes suministros de armas a Ucrania por parte de Estados Unidos y la OTAN la han envalentonado a descartar una solución diplomática al conflicto y optar por una operación de reconquista de las provincias, ubicadas en una región industrial conocida como Donbass.

Estados Unidos y Occidente, por su parte, sostienen que la intensificación de las hostilidades en el este de Ucrania de los últimos días podría dar a Rusia un pretexto para lanzar la invasión de la que vienen advirtiendo desde semanas antes del deterioro de la situación en el Donbass.

Putin hizo su anuncio luego de mantener una reunión pregrabada con su Consejo de Seguridad presidencial, durante la cual funcionarios dieron sus argumentos a favor de reconocer a las regiones separatistas, aunque algunos matizaron que no tenía por qué hacerlo de inmediato.

El reconocimiento de las regiones podría permitir a Rusia enviar tropas y armas abiertamente a Donetsk y Lugansk para ayudar a las fuerzas locales a resistir una ofensiva de Ucrania. Hasta ahora, Ucrania y Occidente han acusado a Rusia de proveer armas y combatientes a los separatistas, pero Rusia lo niega, y dice que los rusos que han peleado en Donbass lo hicieron de manera voluntaria.

Antes de la reunión de Putin con sus asesores de seguridad, los líderes de Lugansk y Donetsk pidieron al presidente que reconociera las repúblicas que proclamaron y firmara acuerdos que les permitieran protegerlos de lo que describieron como una ofensiva en curso del Ejército de Ucrania. El Parlamento ruso aprobó una resolución en ese sentido la semana pasada.

Ucrania ha negado haber lanzado una ofensiva y acusado a Rusia de provocación. Rusia respondió que Ucrania era responsable del agravamiento de la situación en el Donbass.