El subsecretario para América Latina de la Cancillería argentina, Gustavo Martínez Pandiani, es el diplomático argentino que tiene a su cargo la coordinación general de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC). A 48 horas del arranque de la Cumbre de líderes de este martes, que tendrá como protagonista al mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva, expone los detalles, aspiraciones y ejes de la actual presidencia temporaria del organismo a cargo de Alberto Fernández. Los desafíos a futuro en un contexto geopolítico cambiante, marcado por la pospandemia y la guerra de Ucrania.

– ¿Cuáles son las expectativas para la VII Cumbre de Presidentes de la CELAC en Argentina?

– Lo que tenemos como principal expectativa es poder consolidar las dos grandes líneas de trabajo de este año en la cumbre de CELAC: la idea de unidad en la diversidad y América Latina como zona de paz. Es decir que tenemos la tranquilidad de que hemos hecho un trabajo importante este año para consolidar esta idea de que se respetan las diferencias pero con un ánimo de encontrar un terrtirtporio común. Pasa por encontrar temas que nos unan, pero siempre respetando las distintas particularidades que existen en cada uno de los países. Esta es una región que tiene una diversidad política importante pero hemos logrado, al menos eso creemos nosotros, esa idea de la unidad que nos une ante la adversidad de la pandemia y de la guerra. Respecto al tema de zona de paz queremos profundizar, ante el escenario en Europa, este privilegio que nos hemos ganado de haber convertido a América Latina y el Caribe en una zona donde los problemas limítrofes se resuelven de manera pacífica.

Por otra parte, queremos seguir fortaleciendo a la CELAC como mecanismo de coordinación y de concertación política. La presidencia de Alberto Fernández le dio mayor dinamismo a la región y ha funcionado muy bien. Tenemos mayor presencia afuera también, participando en el G7 y G20, llevando la voz de todo el continente. Y vamos a realizar el 24 de este mes un balance de la gestión donde vamos a poder contar los objetivos que nos propusimos y que hemos cumplido. 

Una expectativa que tenemos es seguir avanzando con la idea de pasar de un mero mecanismo de concertación de los presidentes a un sistema de integración que llegue más a las sociedades, que no sea un foro de lideres y cancilleres, sino que se convierta en un verdadero encuentro de los pueblos y con una integracion que afecte a la vida diaria de las personas comunes. 

– ¿Cuáles serán los principales ejes y debates?

– Lo que tenemos seguro en el debate y la gran innovación fue salir de los temas clásicos como la situación política y la crisis en distintos países para privilegiar como tema la presencia de la CELAC en el resto del mundo. Hay cuestiones nuevos que impulsó la presidencia temporaria de Argentina: género y cambio climático, que es un foco importante en el Caribe, así como los desastres naturales que afectan a los 14 miembros y son parte de agenda de la Comunidad del Caribe. Hemos incorporado la seguridad alimentaria y energética, la integración por infraestructura, es decir una agenda muy completa que tiene que ver con los habitantes de los países de la CELAC, no solo con los gobiernos.

Otro eje importante del debate será sobre los socios extrarregionales, el vinculo con la Unión Europea, la unión Africana, la India y ASEAN. Todos estos países han sido invitados a formar parte de una sección de esta cumbre que tendrá que ver con el relacionamiento externo de la CELAC. 

– ¿Cuáles son los principales desafíos para consolidar la integración latinoamericana frente al actual contexto de crisis global que impacta en las economías latinoamericanas, así como en las condiciones de vida de los latinoamericanos y latinoamericanas?

– Tiene que ver con poder pasar de una integración de burocracias a una integración de pueblos, que la CELAC haga su contribución para mejorar la vida de la población. Que pueda generar mejor integración por infraestructura, que mejore el viaje libre de las personas dentro de los países miembros, alcanzar un esquema de roaming general para las telecomunicaciones. Estos desafíos significan que la CELAC se está ampliando. A las capacidades de concertación política se van agregando capacidades de transformación social y productiva. Luego de la pandemia quedó claro que la prioridad era la recuperación económica, y ahí es donde tenemos las mayores expectativas. La CELAC debe asumir el rol de fortalecer el entramado social, económico y productivo entre los países y transformar a la región con más inclusión a niveles de desarrollo. 

– ¿Qué implica la incorporación de Brasil a la CELAC?

– Es un refuerzo muy importante, no solo por la envergadura productiva, sino también por la política. Con Brasil sentimos que la familia está completa. La retirada de Brasil de la CELAC que tuvo lugar a principios de 2020 nos dejó con la sensación de que quedó una silla vacía en la mesa, pero hoy sentimos que estamos todos juntos. A pesar de esas diferencias, somos una unidad los 33 países que integran la geografía de todo el continente para hablar con el resto del mundo. Con Brasil vamos a sumar mayor capacidad de negociación con Europa, Asia, EEUU y con los demás jugadores internacionales. La CELAC se constituye en una unidad política muy importante a la hora de dar los debates internacionales y lo que Brasil le agrega es esa capacidad adicional tan necesaria para hablar con otros grandes países del mundo. 

– Siempre se habla de la integración latinoamericana, ¿pero de qué manera se da la integración con el Caribe?

– De ese tema hicimos una prioridad. Lo primero que hicimos fue incorporar el español en los paises de habla inglesa. La CELAC tiene 14 países de la Caricom que no hablan español, y uno de habla francesa. Gracias a la colaboración de la OEI y la UE brindamos cursos de español a nuestros socios del Caribe para hacer una mayor cercanía no solo política, sino también cultural. Estamos trabajando con ellos en dos ejes centrales que les interesan mucho: la creación del fondo de desastres naturales que tiene que ver con las tormentas tropicales. Le dimos el control de ese fondo a San Vicente y las Granadinas en representación de la Caricom y el otro es el eje del cambio climático. Estamos trabajando puntualmente con la primera ministra de Barbados, Mia Mottley que se ha transformado en una verdadera líder global del cambio climático. Ella ha sido el estandarte de esta cuestión que ha sido central para la presidencia argentina como el cambio climático. Son de vital importancia, porque cuando el caribe habla de cambio climático habla de subsistencia, de supervivencia, un cambio en la temperatura global puede implicar la desaparición de muchas islas en el caribe por el cambio climático, el calentamiento global no es una cuestión teórica para el Caribe y ahí es donde la CELAC puso mucho esfuerzo para avanzar en esa materia.