En un histórico plebiscito, consecuencia de meses de reclamos sociales en todo el país, Chile decidió cambiar su actual Constitución, redactada durante la dictadura de Augusto Pinochet. A partir de las 20, comenzaron a contarse los votos a «viva voz» en los locales de votación, donde cualquier ciudadano y medios de comunicación puede estar presente.

Los primeros cómputos actualizados en el sitio web del Servicio Electoral (Servel) confirman que una inmensa mayoría de los chilenos optó por la opción “Apruebo” por sobre la “Rechazo”, que significaba mantener la Carta Magna pinochetista. Así, con el 50% de los votos escrutados, Apruebo obtenía más del 77% y Rechazo apenas algo más del 22%.

Al mismo tiempo, se impuso que el órgano que redacte la nueva Constitución sea una Convención Constitucional integrada íntegramente por miembros elegidos para este propósito con composición paritaria entre hombres y mujeres y no una Convención Mixta conformada por el 50% de legisladores que están actualmente en funciones.

Los constituyentes tendrán un plazo de nueve meses para escribir la nueva Constitución, prorrogables por una única vez por tres meses. Luego, el presidente deberá a llamar a un plebiscito ratificatorio obligatorio para aprobar el nuevo texto constitucional.

Miles de manifestantes comenzaron a llegar, pasadas las 18 horas, a Plaza Italia, emblemático centro de manifestaciones en la capital chilena y epicentro de las marchas iniciadas en octubre de 2019 que pusieron en jaque al Gobierno de Sebastián Piñera y trajeron como consecuencia un acuerdo entre el oficialismo y oposición para convocar el plebiscito constitucional celebrado este domingo.

Carabineros, la policía chilena, tenía copada la plaza e intentó impedir la manifestación, pero luego de varios minutos de tensión y enfrentamientos, se replegaron por lo que los manifestantes tomaron el control de la rebautizada «Plaza de la Dignidad».

El plebiscito estuvo marcado por una gran participación ciudadana, en un país con registros bajos en este ítem. El presidente del Servicio Electoral de Chile (Servel), Patricio Santamaría, pronosticó, a poco más de tres horas del cierre de las mesas receptoras, que el plebiscito constitucional «va a ser el proceso de participación más grande desde el 2012 cuando se estableció el voto voluntario».