La Guardia Revolucionaria iraní (Pasdarán) anunció este jueves que derribaron un avión no tripulado de Estados Unidos cerca del estrecho de Ormuz, una zona en la que ha subido la temperatura con Estados Unidos tras varios incidentes a lo largo de las últimas semanas. Si bien desde Washington confirmaron que le tumbaron el dron, negaron que este aparato hubiese sobrevolado espacio nacional iraní.

Apenas conocida la noticia, el presidente Donald Trump tuiteó un mensaje sucinto pero amenazante: “Irán cometió un gran error”.

El dron habría despegado apenas pasada la medianoche iraní de una base norteamericana de la costa sur del Golfo Pérsico y, según la Guardia Revolucionaria (organización calificada como grupo terrorista por Washington) se habría  infiltrado en espacio aéreo iraní, específicamente en la región de Koohe Mobarak, en la provincia meridional de Hormozgan. A la vuelta, habría sido derribado por un misil tierra-aire.

“El derribo del dron americano es un claro mensaje a América de que nuestras fronteras son la línea roja de Irán y que reaccionaremos enérgicamente contra cualquier agresión”, advirtió el jefe de la Guardia Revolucionaria, Hosein Salami.

Por su parte, el capitán Bill Urban, vocero de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, responsable de las operaciones en Medio Oriente, aseguró en un comunicado que “los informes que apuntan que la aeronave se encontraba sobre Irán son falsos”.

Vladimir Putin se refirió a la frágil situación y advirtió sobre «los peligros» que implica el empeoramiento de las relaciones entre Estados Unidos e Irán y que un ataque contra Teherán “sería catastrófico”. El estrecho de Ormuz es una zona “caliente”, ya que por allí transita una quinta parte del petróleo mundial.

El líder ruso expresó sus recelo respecto de que Estados Unidos “no descarta usar la fuerza” contra Irán y destacó que este país cumplió “plenamente” los compromisos del acuerdo nuclear suscripto en 2015.

El derribo del avión no tripulado coincide con un repunte de la tensión entre Irán y Estados Unidos en Medio Oriente, donde las últimas semanas hubo una serie de ataques a buques petroleros que Estados Unidos adjudica a Irán, que niega ser responsable, ya que si quisieran bloquear ese paso, “lo harían abiertamente”. Trump, sin embargo, decidió el martes pasado enviar más tropas y reforzar el despliegue militar de buques y misiles en el Golfo Pérsico.
El comandante en jefe de los Guardianes, Hosein Salamí, subrayó en declaraciones a la agencia Tasnim que el derribo del dron constituye “un mensaje decisivo y claro” para que EE.UU. respete “la integridad territorial, la seguridad nacional y los intereses vitales de Irán”.

La tensión con Irán comenzó a crecer luego de las sanciones que le impuso Estados Unidos a su sector petrolero el año pasado, tras retirarse unilateralmente del acuerdo nuclear firmado en 2015, y que fueron reforzadas en mayo.