Jerusalén

El ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, un hombre de la línea dura, cuenta con una nueva política «del palo y la zanahoria» en Cisjordania ocupada, con la cual se penalizará a los lugares de origen de los palestinos agresores y se premiará a los otros, señaló este jueves su ministerio.

Con la aplicación de esta política, las familias palestinas, pueblos y ciudades vinculados a los atacantes contra israelíes enfrentarán medidas punitivas adicionales, en tanto aquellos que no tengan este tipo de lazos, recibirán mayor apoyo económico.

«Todos aquellos que estén dispuestos a la convivencia se beneficiarán, en tanto cualquier persona que transite por el camino del terrorismo perderá», dijo Lieberman, según los medios de prensa israelíes.

Lieberman describe su política como una versión de la «del palo y la zanahoria», según confirmó su ministerio a la AFP. La aplicación de la misma ahora depende del apoyo del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, que según Lieberman ya se lo ha brindado.

Israel ocupa Cisjordania, donde viven más de dos millones de palestinos, desde 1967. Asimismo, más de 400.000 israelíes viven en asentamientos (colonias) en esta región, que la comunidad internacional considera ilegales y ve como uno de los mayores obstáculos para alcanzar la paz en la región.

Según los medios de comunicación, Lieberman, cuyo ministerio determina la política israelí en Cisjordania, dividió esta región en dos, marcando los lugares de origen de agresores palestinos de color verde, y los otros en rojo o amarillo.

Aquellos lugares considerados como una amenaza podrían sufrir un aumento del número de detenciones de sus pobladores, allanamientos e inclusive mayores restricciones a su acceso, en tanto que los que acepten con beneplácito la presencia israelí podrían beneficiarse de una mayor inversión estatal.

Desde octubre pasado, los disturbios en los territorios palestinos e Israel han costado la vida a 220 palestinos, 34 israelíes, dos estadounidenses, un eritreo y un sudanés, según un recuento de la AFP.