El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, volvió este viernes a defender su decisión de retirar a todas las fuerzas militares y los civiles de su país de Afganistán, tras la llegada al poder de los talibanes, en medio de una lluvia de crítica internas y externas por las escenas de desesperación de miles de personas, exfuncionarios y excolaboradores de la misión norteamericana que intentan sin éxito abandonar el territorio.

«Si hace 15 años hubiésemos decidido irnos, hubiese sido muy difícil. Si hubiese sido hace 10, también. No había otra manera de hacerlo sin algunas de las escenas que vieron en estos días», aseguró el mandatario en una conferencia de prensa difundida por las redes sociales de la Casa Blanca, acompañado por su vicepresidenta, Kamala Harris, y su secretario de Estado, Antony Blinken.

«Si yo hubiese dicho que no nos vamos, ¿alguien duda que hubiese tenido que mandar a muchos más militares estadounidenses? Y, ¿para qué? La única opción era reposicionar a los militares que estaban allí para acelerar las operaciones de evacuación», agregó, y aseguró que su Gobierno ya evacuó a 13.000 personas desde el aeropuerto de Kabul, el único lugar del país que aún controla.

Biden rechazó los pedidos para ampliar el perímetro de seguridad con las fuerzas estadounidenses por fuera del aeropuerto en Kabul, donde aún se registran escenas de caos, violencia y desesperación de personas que quieren sortear los muros e ingresar y son agredidos, hasta con disparos.

«La razón por la que no ampliamos el perímetro fuera del aeropuerto es porque no queremos provocar consecuencias no esperadas. Estamos en constante contacto con el liderazgo talibán», explicó para dejar en claro que el acuerdo firmado bajo el anterior Gobierno de Donald Trump y el grupo islamista sigue en pie.

«Tenemos un acuerdo: los talibanes están dejando pasar al aeropuerto a todos los ciudadanos estadounidenses», aseguró y agregó ante la lluvia de críticas: «Muchos de ustedes dicen en sus medios: ‘¿Por qué nos tenemos que ir si no estaban muriendo estadounidenses?’. Bueno, la razón por la que no nos estaban o están atacando es por un acuerdo que firmó el presidente Trump y por el que nos comprometimos a irnos.»

Biden sí reconoció que el avance imparable y en apenas unas semanas de los talibanes sobre todo el territorio afgano no lo esperaban.

«Se creía que las fuerzas afganas no iban a colapsar, no iban a abandonar la lucha», argumentó y no descartó que la situación pueda empeorar en las próximas horas o días: «Esta misión de evacuación es peligrosa. Implica riesgos para nuestras fuerzas armadas y se lleva a cabo en circunstancias difíciles. No puedo prometer cuál será el resultado final o que será sin riesgo de pérdida.»

Estados Unidos invadió Afganistán hace casi 20 años para derrocar al entonces Gobierno talibán bajo el argumento que daba refugio a la milicia extremista Al Qaeda, responsable de los atentados que apenas días antes había matado a más de 3.000 estadounidenses en Nueva York y otras ciudades.

Luego, la invasión se convirtió en una ocupación militar y, más tarde, en una inmensa misión de la coalición occidental OTAN, que ofreció apoyo bélico a los sucesivos Gobiernos afganos aliados para frenar un retorno de los talibanes y un avance de nuevos grupos islamistas que empezaron a operar como el Estado Islámico.