Desde su exilio dorado de Abu Dabi, rey emérito español Juan Carlos I saldó una deuda fiscal de 5 millones de dólares, informó su abogado, en una operación destinada a evitar un proceso judicial. Este pago busca liquidar impuestos atrasados por vuelos en jets privados por un valor según la prensa de 8 millones de euros (9,7 millones de dólares) que le fueron pagados al ex jefe de Estado por una fundación con sede en Liechtenstein perteneciente a un primo.

«Siento el mismo rechazo que la mayoría de la ciudadanía españoles frente a estas conductas incívicas que estamos conociendo», reaccionó con palabras inusualmente duras el presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, en rueda de prensa. De todas maneras, el líder socialista dejó claro que lo que «se cuestiona» es «el comportamiento de una persona» y no de la Corona como institución.

Llegado al trono al abdicar Juan Carlos en 2014, Felipe VI ha marcado distancia con su padre; en marzo pasado, renunció a su herencia y le retiró su asignación anual de unos 235 mil dólares. La de esta semana es la segunda regularización fiscal del rey emérito, de 83 años. En diciembre, pagó 680 mil euros (unos 820 mil dólares), en un caso relativo al uso de tarjetas de crédito pagadas por cuentas a nombre de un empresario mexicano y un coronel del ejército del aire español.  Lo investigan también por blanqueo.